Para entender mejor que somos merecedoras de absolutamente todo lo que deseamos, debemos comprender desde nuestro interior esta idea. Y realmente es muy sencillo cuando decides creerlo, es tan simple como que dejarás de aceptar de los demás menos de lo que decides aceptar y por lo tanto, no te conformarás con menos de lo que mereces.
Partiendo de aquí, hay dos grandes conceptos que deberás integrar a tu vida:
Amor Propio
El de verdad, el fuerte, el real. No aquel que te han contado por todos lados que habla de conceptos tan superficiales como aceptar tu cuerpo tal y como es. No, no, no… el AMOR PROPIO, va más allá, consiste en entenderte como una extensión de la divinidad, de la fuente creadora de abundancia, de Dios, del Universo… o como tú decidas llamarlo.Simplemente eres una extensión de la perfecta creación de nuestra realidad. Y en esa perfección existes de manera absoluta y con un único objetivo: RECIBIR TODA LA ABUNDANCIA QUE EXISTE.
Mira, te lo voy a contar mejor con un ejemplo (a mi me encantan los ejemplos):
Si tu quieres vivir el amor romántico a todo lo que da, seguramente estarás pensando que para sentirlo así, súper fuerte, en toda la extensión de la palabra, deberás entregar todo ¿cierto? Entregarte por completo. Y en cierto punto vas bien, peeero, se te olvida algo súper importante: sólo estás pensando en entregar. Y por consiguiente, se te olvida recibir. Y así, déjame decirte que no hay nada de “toda la extensión”.
En este ejemplo, obviamente estás deseando tenerlo todo, pero sólo estás enfocando tu energía en lo que entregas tú y no en lo que quieres recibir.
Luego entonces, comenzarás a sentir un vacío, no porque tú no estés haciendo lo suficiente, si no porque no estás recibiendo lo suficiente.
En cambio, si desde que comienzas a pensar en tener una relación de pareja, en vivir el amor romántico plenamente (no sólo desde que empieza la relación, sino desde que la deseas), tienes claro todo lo que mereces, expandido y sin límites, entonces tu energía se enfocará en la “ida y vuelta”.
Lo mismo en cualquier otra área de tu vida, al buscar trabajo, en tu círculo de amistades, incluso al pensar en comprar o adquirir algo.
Has sido creada para experimentar placer absoluto en todo lo que vives, para aprender de cada situación desde el disfrute, desde el permitirte recibir, y tienes que aceptarlo como parte fundamental de tu existencia. Lo que nos lleva al segundo concepto:
Aceptación
Sí, así de simple. Y esto no es más que decidir entregarte al arte de permitir que las cosas sucedan, porque todo en este plano es perfecto desde tu absoluta perfección. Incluso aquello que no entiendes o que te resulta doloroso, es perfecto. Gran parte de vivir en abundancia, consiste en aceptar que todo tiene un tiempo y un espacio perfecto para existir, tal como tú.Y desde esa perspectiva, las pérdidas, los “fracasos”, los errores, también son perfectos en tu espacio y tiempo. Son necesarios para avanzar.
No quiero parecer trillada, pero de verdad, de todo lo que vives aprendes de manera poderosa. Y todavía más importante: ese aprendizaje es sumamente necesario para que recibas lo que viene a continuación.
Cuántas veces no te ha pasado que deseabas muchísimo que sucediera algo en especial y no sucedió, pero luego, pasó el tiempo (la rapidez dependerá de tu aceptación) y te diste cuenta que si aquello hubiera sucedido no estarías en el lugar en el que estás viviendo lo que te acaba de pasar.
A mí me sucedió hace poco, te cuento: estaba deseando que me contratara un cliente para un asunto legal “súper importante” y no me llamó, pasaron unos días y me enteré que había contratado otro despacho. Obviamente me sentí un poco frustrada, pero acepte la situación como parte de mi crecimiento y me dejé fluir. Tres semanas después, sólo tres semanas después, me llama una empresa para ofrecerme el contrato de asesor externo por un año y me voló la cabeza. No era sólo un asunto, no era sólo un cliente, era una empresa, el único requisito que me pedían, era no ser abogada particular del perfil del cliente anterior. ¿Qué hubiera pasado de haber tenido el asunto con el otro cliente? Definitivamente no podría aceptar este contrato. ¡Y me daba mucho más!
Yo tenía dos opciones: quedarme enojada con la vida porque aquel cliente no me contrató y frustrar los planes que el Universo tenía preparados para mí… o, como lo decidí, ser consciente de que si no sucedió, es porque merezco algo mejor y simplemente prepararme para recibirlo.
Ahora queda súper claro porqué el MERECIMIENTO abre la puerta a la abundancia ¿verdad?
Cuando tu aceptas recibir desde el amor incondicional desde el que fuiste creada, todo se alinea en esta vida y te lleva directo a tu único destino: VIVIR ABUNDANCIA TOTAL
¡Cuéntame! ¿Estás lista para amarte plenamente? Y qué me dices de aceptar recibir…
¡Te lo mereces!
Con amor,
Lorena