"Tengo problemas en mi relación de pareja, él no aporta dinero, no otorga tiempo, no (y aquí podrías enlistar las cosas que quieras); ¿podrá cambiar si va a terapia?"
Lamento decirte que eso no depende de nadie, más que de tu pareja. Nosotros no podemos obligar a alguien a buscar ayuda... es una decisión individual de la que no somos responsables. Ahora bien, ustedes se encuentran en una relación donde debe existir un previo acuerdo, por lo que es necesario expresar nuestro sentir respecto a la participación de nuestra pareja en la relación, y he aquí algunos puntos en los que me gustaría ser clara:
Responsabilizarnos. Es importante hacer un análisis introspectivo... ¿Qué me corresponde a mi, y qué le corresponde a él/ella? ¿Hasta donde llega mi papel? ¿Será que la relación es injusta porque el no se interesa en la relación como yo? ¿Él tiene la culpa? O más bien, no es culpa de nadie... es sólo conocerme a mi mismo, y saber y poder decir "A él no le interesa la relación como a mi, pero ESE no es el problema, la cuestión es que A MI no me gusta que se tenga tan poco interés en esto".
Y es que la otra persona no es la culpable de los problemas, somos nosotros (en todo caso) quienes simplemente NO queremos a alguien así en nuestras vidas. Si amas algo, déjalo ser, en toda la extensión de la palabra. Si lo quieres cambiar porque no te gusta, estás en el lugar equivocado... También hay que responsabilizarnos nosotros mismos, y saber decir que ESO NO ES LO QUE QUEREMOS, y nadie tiene la culpa de eso, tan sólo son preferencias que se van redescubriendo a lo largo de nuestras vidas.
Hablar y negociar. Hablar. Pero no es tan sencillo como "vomitar" palabras o expresarnos "como nos salga". Es importante tener bien claro un objetivo, saber para qué queremos hablar. Además, es muy recomendable hablar de cosas concretas o situaciones específicas. Por ejemplo, en lugar de decir "Está relación no te importa", podemos decir: "Cuando te pedí tu opinión acerca de ...... percibí / sentí / me pareció que no te importaba". A veces sólo decimos cosas por decir porque nos gana la emoción, pero es importante hacer una distinción entre las situaciones que hemos vivo (una descripción de forma objetiva) y las emociones que nos generó (una perspectiva mucho más emocional).
La parte de la negociación también es muy importante, sobre todo cuando tenemos que ceder para lograr los objetivos que esperamos. Negociar es un estira y afloja, donde sintamos que es equitativo y además construya una mejor relación con nuestra pareja.
El que quiere, puede. No hay más. Si tú y tu pareja están dispuestos a realizar cambios, lo harán; pero si tienen dudas o no están muy convencidos de ello, sólo seguirán dando de vueltas en la misma posición problemática, y puede que hasta se acostumbren a ello. No importa si el panorama se ve muy problemático o difícil: cuando existe motivación, somos capaces de ver muchas más alternativas que sólo las evidentes.
Preguntarnos si él o ella puede cambiar o ver la forma de mandarlo a terapia no arreglará nuestros problemas. Debemos tener en claro cuáles son nuestros intereses y los de nuestra pareja, aprender a comunicarnos de manera efectiva y llegar a acuerdos que sean mutuos; aún cuando este acuerdo sea el de ya no estar más juntos. Te invito a realizar un análisis de ti mismo y compartirlo con tu pareja, tal vez sea tiempo de establecer nuevos acuerdos.
Gracias por haber visitado nuestro blog Psicólogos en Puebla, y en especial mis artículos, donde escribo sobre psicología de pareja. Si este texto te ha gustado y además te ha servido, te invito a darle "me gusta", además de compartirlo para que le pueda ser útil a más personas. Si tienes alguna duda, comentario o sugerencia, puedes escribirlo en el apartado de comentarios, ¡me encantaría conocer tu experiencia!