El ciclo de la vida se compone de ir quemando etapas, pero viviéndolas todas y cada una de ellas con ilusión y la mejor calidad de vida posible.
Hemos vivido nuestra adolescencia, con un montón de preguntas, que solo al pasar los años han sido contestadas.
La etapa de los veinte a los treinta, etapa rebeldía, de miedos, de lucha, de ilusiones, etapa que trajo consigo la realización de algunos de nuestros sueños. También tiempo de despertares, en esta época, vino nuestro primer trabajo, comenzar una nueva vida, descubrimos el amor, nos casamos, vinieron los hijos, y todo esto trajo un sinfín de responsabilidades, y aprendizaje, aprender a priorizar, y casi siempre, nuestras ultima prioridad hemos sido nosotras mismas.
Y ahora nos enfrentamos a la menopausia.
A muchas de nosotras esta etapa nos asusta. Pero no deja de ser otra etapa más que nos queda por vivir.
Entre los cuarenta y cinco o cincuenta años de edad, nuestro cuerpo empieza a experimentar cambios.
Lo primero que hemos de tener claro es que la menopausia no es una enfermedad, es eso, solo una etapa más.
La menopausia -clínicamente climaterio- es la etapa de transición entre nuestra etapa reproductiva y la no reproductiva. Pero a estas alturas de nuestra vida ¿nos importa tanto?
La primera manifestación de esta etapa es que dejamos de tener la menstruación ¡Que liberación!!! Para mí esto realmente es una liberación, como si me quitaran un peso de encima.
Claro que con esta liberación vienen: los sofocos, los sudores ufff, si no se tiene cuidado también viene el aumento de peso por la falta de estrógenos etc. etc.
Lo primero que hemos de hacer para tener una buena calidad de vida en esta etapa, es enfrentarnos a todos estos cambios con una buena actitud, esto es fundamental.
Visitaremos a nuestro medico, para que evalúe si necesitamos tratamiento hormonal sustitutorio o no, esto al igual que el tiempo que dura esta etapa, depende del organismo de cada una de nosotras, es decir no a todas nos van las mismas cosas, por eso insisto hablar con vuestro medico.
En cuanto al aumento de peso: Si nos van las mismas cosas a todas, vigilaremos más que nunca nuestra alimentación.
Incrementaremos la toma de pescado, frutas verduras, legumbres, ensaladas variadas, lacteos.
Si no lo hemos hecho ya empezaremos a hacer ejercicio dos o tres veces por semana.
Tomaremos algún complemento alimenticio como el cohosh negro que nos ayudará con los sofocos y sudores, aquí sí que tenéis que ser muy constantes, en todo, alimentación ejercicio y la toma de complementos, estos no son una aspirina que hace efecto a la media hora, por eso cuanto antes empecéis a tomarlos, antes empezaran a remitir los síntomas.
Como dice mi amiga Ana, nos vestiremos a capas, de esta forma podremos quitarnos el exceso de ropa cuando lo necesitemos.
Así a grandes rasgos esto es lo primero que hemos de hacer, ya nuestro medico nos indicara las pautas a seguir y nuestro sentido común y el conocimiento de nuestro cuerpo nos dirán el resto. Todo esto es importante, pero lo más importante, lo que más nos ayudara será la actitud con que nos enfrentemos a esta nueva etapa de nuestra vida.
Una buena actitud evitara que estemos siempre de mal humor, que estemos más irritables, de mal humor, con cierta ansiedad etc.
Como digo a menudo, a estas alturas ya tenemos los deberes hechos, es hora de ir delegando responsabilidades y de descubrir un mundo en el que nosotras seamos nuestra principal prioridad, de cambiar de costumbres, de hacer todo eso que siempre quisimos hacer y siempre lo dejábamos aparcado.
Todo esto nos ayudara en esta etapa que viviremos con ilusión, con fuerza y ganas de descubrir cosas nuevas, que nos ayudara a mantener nuestra autoestima por las nubes.
Colaborar comentando.
Un saludo
Mari Carmen.
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