El café verde no es más que el café que ya conocemos pero sin tostar ni añadir el azúcar del torrefacto que le hace perder muchas de sus propiedades.
Entre sus grandes beneficios se encuentran:
Ser una bebida ideal para personas con diabetes tipo 2, ya que ayuda en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
Como el café negro, también es una bebida depurativa y diurética, ayudando en la prevención de la formación de cálculos biliares.
Ayudar a perder de peso gracias a su contenido en ácido clorogénico, capaz de reducir la sensación de hambre al saciar el apetito, transformar las grasas en energía y aumentar la actividad lipolítica encargada de la regulación de las grasas y además neutraliza ciertos componentes cancerígenos evitando que dañen el ADN.
Es un alimento antioxidante por su contenido en polifenoles, que ayudan a prevenir el envejecimiento y a reducir los efectos negativos de los radicales libres.
Ejerce una acción drenante que favorece la eliminación de la celulitis.
El café verde ayuda a reducir la sensación de cansancio y además refuerza la memoria, lo que lo hace ideal para situaciones de estrés, fuerte carga de trabajo o cuando se tiene exámenes.
Pero a pesar de sus grandes beneficios tiene sus contraindicaciones, las cuales no debemos obviar, no se recomienda su consumo en:
Niños pequeños, embarazadas, personas con problemas de riñón y quienes sigan una dieta baja en hidratos de carbono (ya que reduce la absorción de azúcar de los carbohidratos).
No es aconsejable su consumo en personas con cardiopatías ya acelera del ritmo cardíaco. Los nutricionistas recomiendan tomar 400 mg por día en dos tomas: 200 mg 30 minutos antes del desayuno, y la segunda de 200 mg, 30 minutos antes de la cena.Obviamente no hace milagros debe de ir acompañado de una dieta sana, ejercicio regular y 1,5L de agua.
Si tienes alguna duda consulta con tu terapeuta.