Al principio, la mayoría de los episodios de dolor son de corta duración y sin o con pocas consecuencias, pero las recidivas son comunes, y el dolor se transforma en una afección duradera y de curso variable.
Las razones del dolor lumbar
Existen múltiples factores que contribuyen tanto al dolor como a la discapacidad asociada. Hablamos de factores biofísicos, psicológicos, sociales, comorbilidades y mecanismos de procesamiento del dolor. Actualmente, no es posible identificar con precisión la fuente nociceptiva (el tejido que origina el dolor) en la gran mayoría de afectados. De todos modos, que tras una o varias valoraciones profesionales, la respuesta a la incertidumbre sea: “DOLOR LUMBAR INESPECÍFICO” es un buen resultado, ya que el primer paso siempre es descartar posibles afecciones graves y, por lo tanto, tal diagnóstico significa que no hay riesgo aparente para la integridad de la persona.
Las personas consideramos importante entender el porqué de nuestras dolencias y tener estos conocimientos nos es útil para resolver problemas de dolor recurrente (episodios de dolor repentino que interrumpen la actividad normal de las personas durante un período superior a las 12 semanas). Se sugiere asistir a cursos o charlas para pacientes donde se ofrece asesoramiento profesional y orientación conductual.
Pruebas de imagen en el dolor lumbar
Se conoce que los diferentes tejidos inervados de la zona lumbar producen dolor cuando se estimulan. Pero es destacable resaltar que la gran mayoría de hallazgos o anormalidades que se observan en las pruebas de imagen (tipo protrusión, hernia, espondilolisis…) son también comunes en personas que no tienen dolor y pueden deberse a los cambios propios del envejecimiento.
Las guías médicas más destacadas no recomiendan el uso rutinario de este tipo de pruebas, solamente deben usarse cuando sea necesario descartar otras afecciones que requieren de una atención preferente.
Cambios en el estilo de vida y dolor lumbar
Factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, la obesidad y los bajos niveles de actividad física, están asociados con la aparición de episodios sin razón específica aparente. Así pues, es interesante hacer una evaluación del estado de salud general e identificar esos aspectos en los que se pueden iniciar cambios y llevarlos a la práctica, si es necesario, con ayuda profesional de psicólogos, médicos, fisioterapeutas, etc.
Actividad laboral y ejercicio en el dolor lumbar
Se recomienda realizar ejercicio y no abandonar la actividad laboral. Restringir la actividad habitual empeora la sintomatología. El conocido “reposo en cama” no está aconsejado en estas situaciones. Si no estamos habituados a la práctica regular de ejercicio, debemos buscar asesoramiento experto para iniciar el proceso. Teniendo en cuenta el nivel de condición física inicial se proponen las pautas y adaptaciones más adecuadas para cada persona.
Analgésicos y dolor lumbar
La primera opción de terapia debe ser no farmacológica, mediante técnicas analgésicas con agentes físicos bajo la supervisión de fisioterapeutas. Estos métodos, considerados pasivos, son solo parte del programa de rehabilitación, ya que es necesario complementarlo con terapias activas (movimiento y ejercicio).
Hoy en día, la electroterapia (terapias con electricidad) no está aconsejada para esta dolencia (diatermia, electro-estimulación, ultrasonidos, etc.).
En cuanto al tratamiento con fármacos debemos ser conscientes de que no deben tomarse sin prescripción médica, ya que no todos actúan del mismo modo y pueden no estar recomendados para tratar el dolor de espalda.
Intervenciones o cirugías en el dolor lumbar
Los procedimientos intervencionistas o las cirugías tienen un papel muy limitado en el tratamiento del dolor lumbar. En cualquier caso, estas opciones están al final de la cola y no deberían ofrecerse como una alternativa a escoger sin criterio de un equipo multidisciplinar.
Tratamientos recomendados para el dolor lumbar
Adjuntamos cuadro-resumen, de gran interés para los profesionales de la Fisioterapia, sobre las intervenciones aprobadas para el dolor lumbar inespecífico en las guías clínicas basadas en la evidencia:
Conclusiones
Ante todo: asesoramiento por parte de profesionales sanitarios.
Sin olvidar seguir las recomendaciones: evitar el reposo, efectuar cambios asumibles en el estilo de vida, considerar terapia cognitivo-conductual y la fisioterapia. Es imprescindible realizar actividad física y en el caso de necesitar fármacos seguir siempre las indicaciones médicas.
Tanto si eres paciente como si eres fisioterapeuta, la infografía que aparece a continuación muestra lo que debes tener claro sobre el dolor lumbar:
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Vídeo Mensajes que pueden dañar en pacientes con dolor lumbar inespecífico (revisado y aprobado por el Dr. Peter O’Sullivan).
Vídeos Mensajes que pueden curar en pacientes con dolor lumbar inespecífico parte 1, parte 2 y parte 3 (revisados y aprobados por el Dr. Peter O’Sullivan).
Vídeo 10 hechos sobre el ejercicio y el dolor de espalda (revisado y aprobado por la Dra. Mary O’Keeffe).
Infografía 10 hechos sobre el ejercicio y el dolor de espalda (revisada y aprobada por la Dra. Mary O’Keeffe).
Infografía 10 hechos sobre el dolor de espalda (revisada y aprobada por la Dra. Mary O’Keeffe).
Referencias
– Hartvigsen J, Hancock MJ, Kongsted A, et al. What low back pain is and why we need to pay attention. Lancet 2018
– Foster NE, Anema JR, Cherkin D, et al. Prevention and treatment of low back pain: evidence, challenges, and promising directions. Lancet 2018