El dolor lumbar (podemos llamarlo lumbago, lumbalgia, low back pain en inglés…) es un motivo frecuente de consulta. Muchas personas sufren, han sufrido, o sufrirán este tipo de dolor, y las causas son muy variadas. Múltiples factores influyen en la aparición de dolor lumbar, pero una vez que se presenta, hay diversas medidas de tratamiento del dolor lumbar que ayudan a mejorar.
En primer lugar, lo que debes hacer si sufres dolor es no asustarte. A veces aparece dolor por un esfuerzo concreto, otras veces aparece por acumulación de esfuerzos repetidos, puede deberse a compromiso de un nervio (ciática…) o a un problema muscular (pseudociática del piramidal…). Por lo tanto, es importante tener un diagnóstico que establezca el alcance del problema.
Sin embargo, al ser de origen multifactorial, la lumbalgia es una entidad compleja, y, en muchos casos, se habla de dolor lumbar inespecífico, o lumbalgia inespecífica, porque es un dolor que afecta a la parte baja de la espalda pero es difícil establecer causas concretas.
¿Son necesarias las pruebas de imagen?
Pero no te preocupes. Aunque no se conozca la causa exacta, el diagnóstico médico puede ayudar a descartar problemas mayores (ciática, problemas de disco, artrosis…). Puede que sean necesarias pruebas de imagen, pero no siempre hacen falta.
En caso de que sean necesarias, ten en cuenta que son pruebas complementarias, es decir, que por sí solas no tienen toda la verdad, ni son 100% fiables. No siempre lo que pueda aparecer en una imagen es el “culpable” del dolor. Llegados a este punto, te propongo estas lecturas sobre hallazgos en pruebas de imagen:
Hombro, pruebas de imagen y lesiones: no siempre hay relación
Hernia discal: No tiene que limitarte, ni ser culpable de tu dolor
¿Qué puedo hacer si sufro dolo lumbar?
Desde la fisioterapia se puede hacer mucho para mejorar el dolor lumbar, por lo que el diagnóstico fisioterápico es muy importante, para delimitar qué hay afectado y cómo puede mejorarse. El diagnóstico fisioterápico es diferente del diagnóstico médico. Lo complementa, pero hay mucho que tu fisioterapeuta puede valorar y que no aparece en el diagnóstico médico. Por eso, desde la fisioterapia, es importante evaluar y reevaluar.
La evidencia actual señala, tanto para la lumbalgia aguda (de corta duración) como la crónica (de más tiempo de evolución, pero no significa que sea para siempre) que no se recomienda mantener reposo (salvo de manera puntual). Es decir, nada de tumbarse y atiborrarse de analgésicos esperando a que se vaya el dolor. Esto no solo no ayuda a aliviar el dolor, sino que puede aumentar la duración del problema.
Esta revisión que enlazo habla de la indicación de evitar el reposo en lumbalgia aguda y ciática, pues el ejercicio (adaptado, progresivo…) se muestra más beneficioso. Del mismo modo, las guías de práctica clínica recomiendan intervenciones basadas en el ejercicio para mejorar el dolor lumbar.
Recomiendo, llegados a este punto, la lectura de estas entradas:
Me duele la espalda (1)
Me duele la espalda (2)
En ellas se hace mención a la importancia del ejercicio físico para el tratamiento del dolor lumbar. Puede ser Pilates, pero lo interesante es que realmente lo beneficioso es hacer ejercicio: bicicleta, ejercicio en colchoneta, ejercicio en piscina… Esto permite que se pueda buscar un ejercicio que la persona pueda realizar sin dolor y sin dificultades, para ir progresando y añadiendo dificultad al ir mejorando. Mantenerse activo, hacer ejercicios de fuerza, movilidad, resistencia (más fuentes aquí)… ayuda enormemente a aliviar el dolor lumbar, por lo que hacer ejercicio es importante; más bien, imprescindible en caso de lumbalgia. Ya hemos dejado claro que el reposo (tumbarse) es poco recomendable; pero hacer ejercicio no significa tener que sufrir.El ejercicio debe ser adaptado, programado y enfocado a aliviar el dolor y mejorar la capacidad funcional.
Del mismo modo, el estilo de vida también influye: malos hábitos alimenticios, mal descanso nocturno, beber en exceso y fumar son factores de los que hay evidencia que influyen en la lumbalgia; modificarlos ayudará a eliminar el dolor lumbar.
En cuanto a técnicas pasivas, por ejemplo, el masaje, ayuda a corto plazo, pero es poco eficaz a medio y largo plazo, por lo que puede formar parte del tratamiento pero no debe ser la parte principal del mismo. Otras técnicas como electroterapia, termoterapia, o medicación, pueden ayudar a reducir el dolor, pero debemos tener presente que no deben ser el único tratamiento: para tratar el dolor lumbar, el ejercicio físico es fundamental.
Por hacernos una idea, aquí dejo algunos ejemplos de ejercicios para el dolor lumbar, teniendo en cuenta que cada persona necesita una valoración y unos ejercicios adaptados, por lo que debes acudir a un fisioterapeuta si tienes dolor lumbar y no sabes qué tipo de ejercicios te pueden venir bien.
Dolor lumbar crónico: estrategias para combatirlo
Y, para terminar, creo que es vital tener en cuenta que, si sufres dolor de espalda crónico (de larga duración, pero que no tienen por qué durar para siempre: se puede tratar y aliviar) debes conocer este vídeo, que habla sobre por qué se produce el dolor crónico de una forma muy clara y con consejos basados en la evidencia científica actual:
Y para saber más de dolor crónico, tengo que recomedar un libro genial para profesionales sanitarios y para pacientes, pues enseña cómo se produce el dolor crónico (como el dolor lumbar del que hablamos en este artículo) y da muchas explicaciones con muchos ejemplos para aprender cómo se produce y se combate el dolor crónico, con el ejercicio físico y la vida activa como parte fundamental para reentrenar al cerebro para superar un dolor crónico: Libro “Explicando el dolor”.
Imágenes por Yudiy Rudyy, GaudiLab y Andrey Popov en Shutterstock (con derechos de autor)
La entrada Tratamiento del dolor lumbar ¿Qué hacer y qué errores evitar? ha sido publicada originalmente en Tufisio.net Blog de Fisioterapia.