El tratamiento endodóntico consiste en eliminar la pulpa del diente, es decir, la zona más interna del mismo donde se encuentra el nervio; y es necesario cuando hay una inflamación pulpar motivada por diversas razones, fundamentalmente la caries profunda que ya afecta al nervio o traumatismos agresivos que, pese a veces no provocar la fractura del diente sí dañan el nervio.
La hipersensibilidad, hinchazón en la cara o molestias al masticar, son los principales síntomas para detectar la necesidad de realizar algún tipo de endodoncia.
¿Es normal tener un dolor intenso tras una endodoncia?
Siempre que se realiza una endodoncia hay que saber que es normal sentir algo de dolor al principio, en la zona tratada, ya que es una intervención operatoria.
El proceso es indoloro porque se utiliza anestesia local. Sin embargo, cuando el efecto de la anestesia desaparece y en los días posteriores a la intervención, el paciente puede sentir varias molestias.
Aunque no es habitual, si pasado más de una semana después de realizar la endodoncia el dolor al masticar persiste, es que algo ha fallado. El motivo puede deberse a una mala limpieza de los tejidos afectados o a un mal rellenado y sellado. Ante tal situación, el dolor después de la endodoncia continúa debido a una infección.
¿Qué ocurre si el dolor persiste?
El tratamiento endodóndico tiene índices muy altos de éxito. Sin embargo, y aunque no es lo habitual, existen casos en los que el dolor persiste después de un año tras la intervención.
Los motivos pueden ser muchos, e incluso puede que el dolor sea muy diferente al clásico dolor de muelas, con latidos o palpitaciones por ejemplo, ya que esa dolencia se produce en el interior del diente. Si el dolor persiste, pese a los anti-inflamatorios, se debe acudir al odontólogo cuanto antes.
Causas de fracaso de una endodoncia
Al igual que cualquier tratamiento, al realizar la extracción del nervio podemos encontrarnos con dificultades que pueden ocasionar el fracaso de la endodoncia. Por suerte, el frasaco en una endodoncia no es habitual, dándose sólo en el 10% de los casos.
Los principales motivos por los que este tratamiento puede fallar son:
Múltiples conductos radiculares: el diente puede presentar numerosos ramificaciones que se extienden por sus conductos dificultando con ello el acceso y la limpieza de bacterias.
No localizar un conducto: si dejamos algún conducto sin limpiar, dejaremos bacterias que pueden reproducirse fácilmente por los demás conductos.
Mala determinación de la longitud del trabajo: Una endodoncia demasiado corta o larga, es una endodoncia mal hecha y motivo para futuras infecciones.
Fracaso en el sellado de los conductos: Al no sellar bien los conductos, de dejan huecos libres que las bacterias ocuparán siendo causa de una futura infección.
No desinfectar correctamente el conducto: dejar restos de la pulpa infectados en el conducto supone un alto riesgo de futuros dolencias e infecciones. Para evitarlo ,es neceraio el uso del hipoclorito de sodio.
Perforación del conducto: la endodoncia es un tratamiento muy delicado en el que hay que ser muy habilidoso con el uso de las limas, para no provocar falsas vías que nos impidan eliminar todo el tejido infectado.
Imagen: Pixabay
Me realicé una endodoncia y me duele
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Enrique Escámez
Especialista en odontología conservadora y endodoncia
Soy el doctor Enrique Escámez, Licenciado en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio y especialista en odontología conservadora y endodoncia. Me gusta estudiar cada caso de manera personalizada ayudándome de la tecnología más avanzada para poder ofrecer el diagnóstico más preciso y un óptimo resultado. Mi principal misión consiste en restaurar la salud en la estructura dental.
Clínica Escámez Dental