Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), el 80% de los españoles padecerá lumbalgia en algún momento de su vida, sobre todo las mujeres y hasta el 70 por ciento de los jóvenes antes de cumplir los 16 años han experimentado dolor de espalda.
Esta patología afecta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores. Suele aparecer motivado por realizar trabajos sedentarios, así como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico.
Una de las teorías más comunes es la que vincula los cambios meteorológicos con todo tipo de dolencias musculares. Los dolores musculares, las molestias en la espalda o la artritis, pueden llegar a agravarse en situaciones con cambios muy bruscos relacionados con la humedad y el frío.
Esta dolencia, en casos extremos, puede mermar la movilidad de la persona que lo sufre, sobre todo al andar o al estar sentado. Por ello es muy importante que aprendamos una serie de técnicas básicas que nos permitirán paliar esta dolencia. Aunque, como siempre, recomendamos consultar con un médico o especialista, si el dolor se prolonga más allá de las tres semanas de duración.
La causa más probable suele ser un gesto brusco o una mala posición corporal. Seguro que nos ha ocurrido alguna vez que nos hemos quedado con mucho dolor y dificultades para movernos. También puede ser debido a una sobrecarga al levantar peso. Las personas que trabajan la mayor parte del tiempo sentados, es muy importante aprender a mantener una postura corporal correcta. Si debes permanecer mucho tiempo de pie, trata de alternar el peso de una pierna a otra y procura dar pequeños paseos para evitar la rigidez y activar la circulación sanguínea. Otras causas cuando salimos de viaje, cambios en el lugar habitual de descanso, el aumento de peso y, en ocasiones, la realización de actividades deportivas o recreativas para las que el paciente no se encuentra preparado a nivel físico.
¿Cómo aliviar el dolor en la parte baja de la espalda?
Si el dolor es reciente, debido a recibir un golpe o realizar un sobre esfuerzo, lo más idóneo es aplicar frío de inmediato en la zona dolorida. Con ello cerramos los vasos sanguíneos, aliviamos la tensión y logramos bajar la inflamación.
En mi casa tenemos una crema, la RS7 Fisio Forte con árnica y que es perfecta para usarla como un antiinflamatorio natural.
Ahora bien si ya llevas algunos días sintiendo dolor, en este caso es aconsejable aplicar calor. Puedes usar una manta eléctrica, una bolsa de agua caliente. Lograrás que disminuya la rigidez muscular y que se aplaque el dolor.
Evitar la vida sedentaria y practicar alguna actividad adaptada a la forma física. Algo que todos sabemos cuidar la postura a la hora de coger peso, sentarse o caminar. Evitar ropa ajustada y tacones altos.
Corregir el sobrepeso, ya que puede provocar que los músculos y huesos de la espalda se tensionen.
Si padeces de stress, la relajación será tu mejor aliada.
En viajes por carretera, parar cada 2 horas para caminar durante 5-10 minutos.
En viajes en avión, especialmente en los de larga duración, es conveniente caminar un rato por el pasillo, cambiar de postura y estirar las piernas.
Recuerda que, los estiramientos diarios son claves.