Si eres una persona a la que le gusta el fútbol, el basketball, el rugby, el fútbol americano o algún deporte en donde el contacto físico durante el juego es inevitable o es necesario hacer desaceleraciones bruscas a lo largo del juego probablemente sepas sobre el ligamento cruzado anterior.
El ligamento cruzado anterior es uno de los principales componentes de estabilidad de la rodilla, y con frecuencia tiende a lesionarse. El problema de esta lesión es sin duda la recuperación, que se hace bastante tediosa debido a un número de factores. Pero ¿sabes si el sexo es uno de estos factores? Descubre las diferencias de la configuración del ligamento cruzado anterior en hombres y mujeres y su relación con la lesión del mismo.
Ligamento cruzado anterior: un poco de anatomía para ubicarnos y entender
Los elementos que le dan estabilidad a las articulaciones son los ligamentos. Ellos se disponen de cierta manera en la articulación para evitar los movimientos que la articulación no debe de realizar.
En el caso de la rodilla son 4 ligamentos cuya única función es mantenerla estable: los ligamentos colaterales y los ligamentos cruzados. A continuación te mostraremos una imagen con la representación gráfica de las diferentes estructuras de la articulación de la rodilla:
Sobre los ligamentos colaterales no explicaremos demasiado ya que no son el tema central del artículo: éstos están ubicados uno a cada lado de la rodilla (es decir: un ligamento colateral interno y un ligamento colateral externo).
Por otro lado hablaremos en profundidad de los ligamentos cruzados, dentro de la cápsula articular de la rodilla. Los ligamentos cruzados son 2 estructuras que se encuentran muy profundos en la articulación de la rodilla. Los ligamentos cruzados son 2: uno que se ubica en la parte anterior y otro que se ubica en la parte posterior.
El ligamento cruzado posterior se extiende entre el área intercondílea posterior de la tibia y el cóndilo medial del fémur. El ligamento cruzado anterior por otra parte se extiende entre la parte posterolateral del fémur y la parte anteromedial de la tibia.
Es por esta manera de originarse e insertarse al cruzarse lo que les proporciona el nombre de cruzados.
Una vez que entendimos dónde está cada uno necesitamos entender qué tarea tiene cada uno, es decir, qué movimiento deben de evitar a como dé lugar. El ligamento cruzado posterior debe evitar el movimiento de deslizamiento de la tibia sobre el fémur hacia atrás, movimiento que se produce por ejemplo durante la bajada de las escaleras.
El ligamento cruzado anterior debe hacer lo contrario: evitar el movimiento de deslizamiento de la tibia sobre el fémur hacia adelante. Lo curioso de esta última acción es que es un movimiento que casi no se produce durante las actividades de la vida diaria. Es decir: no hay actividades que hagamos día a día que requieran de la acción de este ligamento. Pero en el caso del deporte específicamente su lesión es bastante frecuente.
¿Cómo se lesiona el ligamento cruzado anterior?
Cuando el ligamento falla en impedir el movimiento que él mismo evita se produce su desgarro, que puede ser total o parcial. El desgarro del ligamento cruzado anterior por lo general se produce en los siguientes casos:
Desaceleración brusca (es decir, cuando estamos corriendo y repentinamente frenamos, como sucede cuando muy frecuentemente en el fútbol).
Hiperextensión brusca de la rodilla.
Traumas directos a la rodilla.
El problema de una rehabilitación de ligamentos cruzados en su ubicación. Los ligamentos cruzados se encuentran dentro de la cápsula articular de la rodilla como ya mencionamos antes. Esta zona no recibe irrigación sanguínea, sino que recibe los nutrientes necesarios desde el líquido que lo rodea: el líquido sinovial.
Es en la sangre y no en el líquido sinovial por donde viajan las células que reparan los tejidos, por lo que al presentarse la lesión de este ligamento se dificulta su reparación. Atención: con esto no queremos decir que es imposible una recuperación, pero hay que tener mucho cuidado a la hora de rehabilitarlo.
Existen una serie de pautas que hay que seguir al pie de la letra para poder tener una recuperación exitosa, y sin embargo muchas personas siguen las pautas y a veces quedan algunos trastornos en la rodilla.
¿Cómo reconocer una lesión de ligamento cruzado anterior?
Básicamente para reconocer la lesión del ligamento cruzado anterior hay que tomar en cuenta los síntomas y una prueba especial.
Los síntomas que se presentan durante la lesión de un ligamento cruzado anterior son los siguientes:
Un chasquido en la rodilla seguido de dolor intenso. El dolor se agrava cuando se intenta apoyar el miembro inferior lesionado en el suelo para caminar.
Inflamación de la rodilla.
Sensación de inestabilidad (las personas que se lesionan el ligamento suelen decir “siento que la rodilla se me va sola”).
En cuanto a la prueba especial para verificar la lesión del ligamento cruzado anterior tenemos la prueba de cajón anterior. Esta prueba debe realizarla un experto, y consiste en halar de la pierna de la persona hacia el terapeuta mientras la persona está acostada boca arriba con la rodilla flexionada a 90 grados y el pie apoyado en la superficie de apoyo.
Al realizar esta maniobra y si el ligamento cruzado anterior se encuentra lesionado la parte superior de la tibia sobresale, como si estuviéramos abriendo el cajón de un buró.
Cómo saber si hay un esguince de rodilla o rotura de ligamentos de rodilla
Existen una serie de elementos que podemos analizar para saber si existe un esguince de rodilla y cuál es el ligamento lesionado. En este vídeo te enseñaremos a identificar y discriminar los ligamentos involucrados en su lesión, sin importar de qué ligamento se refiere (ligamentos colaterales interno y externo y ligamentos cruzados anterior y posterior).
¿Qué tiene que ver el sexo con la lesión del ligamento cruzado anterior?
La participación de las mujeres en el deporte es cada vez mayor. Las diferencias en los deportes, al menos en el género, se han acortado, al punto en que no existe un deporte en el que la mujer no pueda participar y sobresalir.
Con la participación en aumento de las mujeres en el deporte aumentan también las lesiones. Pero ¿y si dijéramos que existe algo que hace que el género sea un factor de riesgo para una lesión? Pues esto sucede en el ligamento cruzado anterior: el género es un factor a tener en cuenta en sus lesiones.
Se ha determinado que la lesión del ligamento cruzado anterior es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. El ligamento cruzado anterior se lesiona entre 2 y 9 veces más en las mujeres que en los hombres cuando se analizan las lesiones por género en competiciones y actividades deportivas. Esto ha llevado a investigar el por qué se producen más las lesiones en las mujeres que en los hombres, y esto es lo que se ha demostrado:
Hay determinados gestos que las mujeres realizan diferente de los hombres
Se encontró que las mujeres realizan el gesto de recortar y posarse en el suelo diferente a los hombres: la rodilla colocada en aducción femoral, rotación interna femoral y rotación externa tibial durante el movimiento adicional a una alta carga en valgo pone al ligamento en una tensión excesiva y lo hace propenso al desgarro.
El ligamento cruzado anterior de las mujeres en sí es distinto al de los hombres
Cuando se analizada la forma del ligamento nos damos cuenta que en los hombres el ligamento es más largo, tiene mayor área transversal y mayor volumen.
La laxitud fisiológica del ligamento
El ligamento cruzado anterior es bastante más laxo que en los hombres, sin embargo si la fuerza ligamentosa se ve opacada por el movimiento articular, como sucede en las mujeres, este ligamento se rompe. Además, las mujeres durante el ciclo menstrual segregan ciertas y determinadas hormonas que hacen más laxos a los ligamentos del cuerpo.
Hay desequilibrios musculares que hacen más propenso la rotura del ligamento
Las mujeres suelen tener mucha más fuerza en cuádriceps que en isquiotibiales. Este desequilibrio de fuerzas hace que la tibia se traslade en exceso hacia adelante, lesionando el ligamento.
Activación (no desequilibrio) de determinados músculos exponen a la lesión del ligamento cruzado anterior
En los hombres la activación de los músculos de los miembros inferiores se produce de manera proporcional, evitando las cargas en valgo que pueden evitar la lesión, a diferencia de lo que suceden en las mujeres, donde la activación del cuádriceps es mayor que la activación del resto de los músculos.
¿Qué hacer para evitar la lesión del ligamento cruzado anterior en mujeres?
Dicho todo esto sólo nos queda pensar en el qué hacer. ¿Cómo evitar estas lesiones que pueden perjudicar la carrera deportiva de una persona? Pues muy sencillo: prevención a través de la identificación de los factores de riesgo.
Tratamiento de un esguince de rodilla
¿Estás buscando qué hacer después de un esguince de rodilla? Pues en el siguiente vídeo te explicaremos cuáles son los pasos que debes de seguir para una recuperación exitosa del esguince o rotura de los ligamentos de la rodilla.
Hay factores sobre los que no se puede influir directamente, ya que no son susceptibles al cambio (es decir, no importa lo que hagamos no lo podemos revertir). Esto sucede con la morfología del ligamento cruzado anterior y con la laxitud fisiológica: son cuestiones que pertenecen a la naturaleza del género y no se puede hacer nada al respecto. Sin embargo podemos enfocarnos en los factores sobre los que sí se puede influir, como la realización del movimiento de diferente forma, los desequilibrios y las activaciones musculares. Sobre estos factores es indispensable que el fisioterapeuta intervenga.
Abigail Martín