Las personas no somos máquinas pese a que en muchos momentos, hacemos un sobreesfuerzo más allá de nuestros propios límites. Sin embargo, cuando actuamos de este modo, no damos tiempo a nuestro organismo a que se recupere del estrés acumulado.
¿Cómo cuidarte y tener vitalidad?
En primer lugar, conviene comenzar el día con un buen desayuno y despedir la jornada con una cena ligera. Las cenas copiosas crean dificultades como consecuencia de las digestiones pesadas.
La alimentación adecuada es una de las fuentes de energía principales no solo de nuestro cuerpo sino también, de nuestra mente. Desde esta perspectiva, reduce el consumo de productos de bollería industrial o comida muy dulce. Tendemos a comer más este tipo de alimentos cuando tenemos ansiedad.
Los zumos de frutas que se venden en los supermercados son concentrados. Por esta razón, siempre que tengas la posibilidad, prepara zumos de frutas naturales en tu casa para saborear al momento esa receta.
Además, para aumentar nuestra vitalidad también debemos inspirarnos en la luz que transmite nuestro hogar. Pero para crear esta luz conviene mantener los espacios ordenados y crear luminosidad en las estancias a través de una decoración que respeta las proporciones de cada sala.
Utiliza un calzado cómodo para caminar por la ciudad y sentir la seguridad en cada paso. Las molestias en los pies que surgen como consecuencia de un calzado de baja calidad, roban la vitalidad de forma directa porque es agotador pasear cuando te duele el pie.
Revisa tus hábitos y haz cambios en ellos. Por ejemplo, puedes incorporar la costumbre de apagar un día completo a la semana el teléfono móvil. Te liberarás de esa sensación tan desagradable de interrupciones constantes. Pero además, gracias al teléfono móvil en silencio, también descubrirás el tiempo que ganas para centrarte en ti y desconectar.
Los entornos naturales son los que de verdad nos permiten recargar nuestra energía a partir del contacto con el equilibrio natural. Desde esta perspectiva, también debes adoptar la responsabilidad ética y ecológica de colaborar en el cuidado del medio ambiente como un fin que también te beneficia a ti en primera persona.
Si tienes zona de terraza o jardín en tu casa, disfrútala en más ocasiones durante la primavera para organizar un picnic al aire libre. Sin embargo, puedes beneficiarte igualmente de este placer si aprovechas los entornos naturales de tu ciudad.
Con la llegada de la primavera puede ser un buen momento para volver a utilizar la bicicleta en tus paseos por la ciudad ya que además, cada vez son más las localidades que están adecuadamente acondicionadas para los ciclistas.
El tiempo es limitado, aprende a establecer un orden de prioridades en tus propósitos diarios. Evita sobrecargarte con tareas que exceden tus capacidades. Por tanto, aprende a decir no y a marcar límites.
Alimenta tu amor propio
Uno de los mejores medios para incrementar tu vitalidad es alimentar tu amor propio ya que la autoestima no es estática a lo largo de la vida sino variable. Pon en práctica un sano sentido del egoísmo para recordar que todo está bien cuando tú estás bien y te cuidas.
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