Esta máxima del que es reconocido por muchos como el padre de la medicina resume la importancia de la alimentación en la salud del ser humano.
Existen diferentes opciones para alimentarse que además de una manera de comer suponen también una forma de vida, en general, estas dietas buscan mejorar la salud y preservar el medio ambiente.
Pero aunque los objetivos de estas dietas son casi idénticos, presentan diferencias importantes entre ellas, veamos cuales son.
DIETA VEGETARIANA
La dieta vegetariana excluye el consumo de carne y pescado, y basa la alimentación en productos de origen vegetal como las verduras, las frutas, los cereales, las legumbres y las semillas oleaginosas.
Otra variante es la dieta ovo-lácteo-vegetariana en la que tal como indica su nombre sí se consumen algunos alimentos de origen animal como los huevos y los productos lácteos.
DIETA VEGANA
Podría decirse que se trata de una versión más estricta de la dieta vegetariana.Comprobar
Las personas que eligen esta dieta se alimentan únicamente de alimentos de origen vegetal y se abstienen de comer todo tipo de alimentos de origen animal, incluso alimentos producidos por estos como la miel, la gelatina, los huevos y los lácteos.
Las personas que siguen esta dieta deben incluso leer la letra pequeña de las etiquetas ya que a algunos productos vegetales se les añaden conservantes y colorantes de origen animal.
Existe una variante de esta dieta denominada crudiveganismo, en la que los alimentos de origen vegetal se consumen crudos.
DIETA MACROBIÓTICA
Esta dieta se basa en el concepto de equilibrio entre el yin y el yang y su creador fue el japonés Georges Ohsawa que la dio a conocer en occidente en el año 1957.
Sus principios fundamentales son: Comer productos de temporada libres de insecticidas y pesticidas y preferiblemente de la zona donde se vive, comer solo cuando se tiene hambre y en un ambiente tranquilo y agradeciendo los alimentos.
Los cereales integrales suponen el 50% de la ingesta diaria, los vegetales y hortalizas el 25% y las legumbres un 15%, las frutas cocidas y secas, también se toman dos tazas al día de sopa de miso o tamari.
Como proteínas animales se permite comer pescado blanco dos veces por semana y la carne de pollo y pavo de forma excepcional, también puede consumirse un huevo fertilizado cada diez días.
Quedan descartadas las carnes rojas, los azúcares y harinas refinadas, los productos lácteos, las solanáceas (berenjenas, pimientos y tomates), y los condimentos y especias fuertes y picantes.
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