Hasta el momento no hay evidencia científica de que la dieta juegue un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad, pero sí que existen ciertos alimentos que se creen que pueden ser perjudiciales y pueden exacerbar y empeorar los síntomas, por ello si eliminamos estos alimentos de nuestra dieta está claro que no vamos a curar nuestra psoriasis pero si podemos notar en algunas ocasiones un cierto alivio o disminución de los síntomas, por todo ello, quizás, valga la pena intentarlo… Vamos allá !
En líneas generales se ha de considerar mantener un peso adecuado, por tanto, si existe obesidad o sobrepeso se ha de llevar a cabo una dieta hipocalórica para perder peso, las dietas en las que se disminuyen la cantidad de calorías en los pacientes obesos contribuyen a una mejoría de los síntomas.
Se ha descubierto que un ácido graso llamado Ácido Araquidónico (AA) puede tener un efecto negativo sobre la enfermedad. Es por ello que puede resultar beneficioso para el desarrollo de la psoriasis la sustitución de este ácido graso. El ácido araquidónico se encuentra de forma más abundante en alimentos de origen animal (carnes rojas, carne de cerdo, huevo, leche de vaca, productos lácteos, mantequilla, cacahuete, etc…). En base a esto, las dietas vegetarianas podrían tener efectos beneficiosos en el tratamiento de la psoriasis.
Los Ácidos Grasos Omega-3, en cambio, resultan beneficiosos para dicha enfermedad ya que tras ser ingerido compite en el metabolismo con el AA (Ácido Araquidónico) y contribuye a la disminución del mismo. El omega-3 es un potente aliado para las personas con enfermedades inflamatorias como la psoriasis o artritis psoriasica al tener un efecto antiinflamatorio. Una fuente muy importante de ácidos Omega-3 es el pescado azul (sardina, anchoa, atún, arenque, caballa), el cual se recomienda consumir al menos 3 veces por semana.
Unas sustancias denominadas radicales libres, suelen causar daños en los tejidos de nuestro organismo y algunos estudios han evidenciado que los aquejados de psoriasis presentan una cantidad elevada de estas sustancias y puede que sea porque el poder antioxidante del cuerpo se encuentra algo disminuido (fundamentalmente por la carencia de algunas vitaminas y minerales como la vitamina A, E, C o el selenio, magnesio o zinc), todos ellos presentes en alimentos como frutas, verduras, legumbres o cereales integrales).
La Vitamina D juega también un papel esencial ya que actúa sobre la capacidad de multiplicación de las células (su precursor está presente en la piel y se activa por la exposición solar). La vitamina D actúa como equilibrador del sistema inmunológico y como antiinflamatorio. Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina D (pescado azul, pipas girasol) y una exposición solar adecuada.
Por todo lo anterior, hay que hacer hincapié que los enfermos de psoriasis con mucha probabilidad se beneficiarán de una alimentación que tienda a ser más vegetal, pues los vegetales nos aportan nutrientes que han demostrado poseer un efecto beneficioso para la piel y sobre todo para la piel con psoriasis y de restringir la ingesta de carnes y grasas animales.
Fuente: Artículos publicados por la Asociación Española de Psoriasis, en la revista nº 65 y nº 81 de Acción Psoriasis.
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