La psoriasis es una enfermedad que afecta al 2% de la población en todo el mundo, se trata de una enfermedad cutánea inflamatoria crónica. Considerada como enfermedad autoinmune, suele manifestarse entre los 15 y los 30 años de edad (aunque también afecta a personas mayores y a niños) y no es contagiosa.
Síntomas
La psoriasis se puede presentar como una descamación y aparición de rojeces en áreas corporales visibles, pero también puede afectar también a las articulaciones (artritis, dactilitis, entesitis). Además, la psoriasis puede implicar un riesgo mayor si la persona que lo padece tiene algún síndrome metabólico (obesidad abdominal, dislipemia e hiperglucemias), a la enfermedad de Crohn o a la depresión.
Según la doctora Ana Isabel Sánchez Moya, dermatóloga, miembro del equipo del doctor Ricardo Ruiz en la Clínica Dermatológica Internacional y en la Unidad de Dermatología de la Clínica Ruber, y responsable de la nueva unidad para el tratamiento de la psoriasis, esta enfermedad afecta también a las esferas psico emotiva, social y laboral del paciente. “A pesar de su carácter benigno, tiene una repercusión muy importante en la calidad de vida de los pacientes que la sufren”, asegura. De hecho, la carga psicológica de esta enfermedad ha quedado reflejada en múltiples estudios donde se describe que más de un 75% de los pacientes con psoriasis sufren inseguridad, estrés y angustia a causa de esta enfermedad.
Lamentablemente, se trata de una patología de carácter crónico y, por tanto, no tiene cura. Las opciones terapéuticas, por tanto, tienen como objetivo evitar los efectos adversos de esta patología y mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Según la doctora Sánchez-Moya, en la actualidad existe un arsenal terapéutico que, empleado de manera individualizada ofrece resultados muy satisfactorios en el tratamiento de esta enfermedad.
Opciones de tratamiento
Fototerapia: se trata de un sistema no agresivo que emplea fuentes de luz directamente sobre la piel. Empleada en el tratamiento de enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica o el vitíligo, es una de las opciones más efectivas en el tratamiento de la psoriasis, con una tasa de éxito del 70% de las lesiones en más del 80% de los pacientes.
Tratamiento tópico (en crema): adaptadas a las necesidades del paciente mediante la formulación magistral, estas fórmulas ricas en principios activos eficaces, como los retinoies, derivados de vitamina D, coaltares, ureas, salicilatos…etc constituyen una interesante opción terapéutica para determinados tipos de pacientes.
Láser Excimer: es una opción interesante para la psoriasis en extensiones limitadas como el cuero cabelludo o las palmas de manos y pies, donde los tratamientos tópicos y la fototerapia convencional son de difícil aplicación. Se trata de un dispositivo que emite una radiación con una longitud de onda de 308 nm que se encuentra en el espectro de luz de UVB-BE.
Tratamientos sistémicos: para los casos más severos, o los que no responden a fototerapia, utilizamos los tratamientos clásicos: metotrexato, ciclosporina, acitretino. Lo más novedoso es la combinación de estos tratamientos con UVB-BE, con lo que se consigue una mejora considerable de la patología en la mayoría de los pacientes. aclaramiento de la mayoría de los pacientes
Fármacos biológicos: son agentes que actúan directamente sobre los mecanismos inmunológicos que desarrollan la enfermedad. De aplicación subcutánea (se inyectan), deben ser prescritos por especialistas con amplia experiencia en su manejo y se emplean en casos de psoriasis severa. Son muy eficaces, sus efectos secundarios son controlables y su aplicación es muy cómoda.
Agradecimientos: Ana Isabel Sánchez Moya, dermatóloga, miembro del equipo del doctor Ricardo Ruiz en la Clínica Dermatológica Internacional y en la Unidad de Dermatología de la Clínica Ruber, y responsable de la nueva unidad para el tratamiento de la psoriasis.
Imágenes (por orden de aparición): roland/Flickr y gingerpig2000/Flickr.