El próximo domingo 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Por ello, te proponemos un recorrido a través de distintas diversidades funcionales y sus posibles vivencias relacionadas con la sexualidad y la erótica. ¿Vienes?
Imagina que tu sexualidad no depende de ti. Que todo el mundo decide en tu nombre. Que no tienes ni voz ni voto. Que hay personas que ni siquiera consideran que eres un ser sexuado. Que mantienen además, que no tienes curiosidad, deseos, ni fantasías. Que hay personas que creen todo lo contrario: que tu instinto está demasiado desarrollado, que molesta e incomoda a los que te rodean. Que nadie te ha explicado cómo ni dónde explorar tu sexualidad. Desde la discapacidad intelectual.
Imagina que tus manos son tus ojos. Que un olor sirve de llama para tu deseo. Que el susurro de una palabra eriza tu piel. Que los cuerpos se dibujan entre las yemas de tus dedos. Sexualidad a ciegas.
Imagina un mundo en silencio. En el que las miradas y los gestos hablan por sí solos. En el que el calor de un abrazo y el sabor de un beso llegan donde las palabras no pueden hacerlo. La erótica del silencio.
Imagina que no tuvieras acceso a tu propio cuerpo. Que no pudieras tocarlo cuando deseas. Que nadie te da los apoyos suficientes para explorarlo. Que no has vivido en tu piel el sentido de la intimidad. Que tu cerebro se traslada hacia el mundo de lo erótico aun a sabiendas que es lo único que podrá moverse, ya que tu cuerpo, está paralizado. Sexualidad estática.
Imagina que te han hecho creer que tu cuerpo es feo. Que no puede ser deseado. Que tu silueta está incompleta. Que pone en entredicho los cánones de belleza. Que como no se ajusta a una inexistente normalidad, tu sexualidad juega en una categoría de segunda. Cuerpos diversos, cuerpos perfectos.
Imagina que un simple roce se convirtiera en dolor. Que la caricia más suave del mundo no te llevara al séptimo cielo, sino al infierno más absoluto. Que tu piel fuera tan delicada como las alas de una mariposa que no puede volar hacia el paraíso de la erótica. El universo de las enfermedades poco frecuentes.
La vivencia de una sexualidad positiva, satisfactoria y plena es un derecho fundamental. Ya lo dijo George Steiner, “lo que no se nombra no existe”. Y tú… ¿vas a seguir silenciando la sexualidad de personas con diversidad funcional?
Su sexualidad también cuenta.
¿Quieres adentrarte más en el mundo de la diversidad?
Pero si solo es una “S”… La “S” de la diversidad…
Sexualidad en la diversidad de las (dis)capacidades
La normalidad no existe: es la sociedad
Bárbara Sáenz Orduña. Sexóloga en Serise Sexología
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