Ruth Cohen nació en Gran Canaria, donde comenzó sus estudios de entrenamiento y nutrición de toda mi andadura profesional, continuada después en Valencia, donde reside a día de hoy desde hace 9 años. Siempre ha estado en contacto con el deporte. Su motivación proviene de la satisfacción que le proporciona mostrar a sus clientes los muchos beneficios del ejercicio físico, ayudándoles gracias a las clases dirigidas que imparte. Regenta el “Cohens Fitness Club”, su club especializado en Clases de Grupos Reducidos, así como en Entrenamiento y nutrición, usando su propia filosofía y metodología de trabajo. Realizó su primer curso de musculación a los 16 años, edad a la que ya había comenzado a impartir clases dirigidas en un gimnasio de Las Palmas de Gran Canaria. Estudió Magisterio de Educación Física, combinándolo con su trabajo en gimnasios y cursos de especialización (spinning, artes marciales, lesmills, etc.).
Tras adquirir una buena base teórica y práctica, comenzó como entrenadora personal, tanto al aire libre y en domicilios como en diferentes gimnasios. Decidió mudarse a la península y escogió Valencia por su clima, sus buenas comunicaciones y para seguir aprendiendo al tener que asistir a cursos en toda España. Obtuvo su segunda carrera universitaria (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) y continuó especializándose (kettlebells en Italia, Bosu en Holanda, etc.). Decidió abrir su primer estudio de entrenamiento, donde entrenó desde el año 2011 hasta el 2015, cuando adquirió un club más grande para poder llegar a más gente, y es aquí donde está actualmente. Trabaja junto con Ana, a quien ha formado y preparado ella misma para que conozca su filosofía de trabajo y su metodología.
Ruth está especializada en el entrenamiento y nutrición, las clases de grupo y el coaching nutricional. Atiende a casi cualquier tipo de población, incluyendo la atención a patologías para las que personaliza el tratamiento. En las clases de grupo, está especializada en clases de circuitos, las de glúteos abdomen y piernas, y las de boxeo y artes marciales sin contacto. En el coaching nutricional, tiene un Postgrado en Farmacología, Suplementación y Nutrición Deportiva y un Máster en Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Trabaja la relación de los clientes con la comida para que sepan y conozcan cómo influye la alimentación en todo el organismo, tanto a nivel emocional como a la hora del control de peso. Les ofrece conocimiento para que puedan transformarlo en una forma de vida y huir de dietas restrictivas temporales que lo único que consiguen es estresarles. Es un aprendizaje, un cambio de chip que conlleva voluntad y algo de esfuerzo, como todo lo que merece la pena en la vida.
Ruth ¿qué fue lo que te motivó a dedicarte a ser entrenadora personal profesional? ¿Qué es lo que más te apasiona de organizar entrenamientos personalizados?
Lo que me motiva es poder cambiar la vida de las personas. Nadie se puede imaginar lo que el ejercicio físico bajo supervisión y bien programado, puede significar para la gente. Sus mejoras, tanto a nivel interno como externo, les cambia la vida para bien, y no solo hablo de estética. De hecho, para mí esto queda en un segundo plano. Se trata de poder conseguir que la gente se enganche al ejercicio físico, tenga más energía, más vitalidad, puedan rendir mejor en sus trabajos, con sus familias, moverse mejor, ser más felices.Pues sí, mi trabajo (bien hecho) puede conseguir cosas realmente increíbles, y eso es lo que me motiva a seguir formándome, seguir estudiando y mejorando para ofrecerles lo mejor a quienes se ponen en mis manos. Y no es fácil, ya que en esta profesión, el intrusismo está a la orden del día, no hay más que buscar en google entrenador personal y te saldrán millones, ofreciendo soluciones milagrosas.
Pero eso no es lo peor, lo peor es que posiblemente la única formación que tengan es un cursillo de fin de semana lamentablemente, no hay legislación todavía para esto, pero desde el Colegio de Licenciados estamos luchando para ello, pues está en juego la salud de las personas. En este caso, quien debe ser exigente es el cliente, no dejarse llevar solo por el coste del servicio sino ver más allá, investigar en quienes va a confiar.
¿Qué parte de tu equipo de trabajo es esencial para garantizar el mejor entrenamiento personalizado? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?
Lo que nunca debe faltar es la valoración inicial. No se trata de un material en sí, pero es esencial para un servicio adecuado. En la valoración inicial, se realizan formularios específicos para conocer al cliente (sus particularidades, posibles patologías, su día a día, etc.). Sin esto, no es posible confeccionar un entrenamiento individualizado, ya que, y es un símil que utilizo siempre, es como tomar las medidas de un traje: si no las tomamos, nunca será un traje a medida de verdad. Sin las medidas, no hay traje personalizado, habrá un traje común, y así no es como yo trabajo.Como entrenadora y coach de salud, ¿qué valores y técnicas les enseñas a tus clientes a la hora de entrenar para mejor el desempeño físico y mental?
Lo primero de todo es que aprendan a valorar el ejercicio físico y que se olviden del tema estético, es decir, que se tomen su momento de entrenamiento como una terapia, para sí mismos, su momento, en el que se cuidan y se dedican un rato al día. Mi misión es que logren adherirse a la actividad física, ya sea conmigo o cuando dejen de estar conmigo, que puedan acudir a cualquier centro deportivo y sepan entrenar sin hacerse daño ni hacer locuras. Al igual que en el tema de la nutrición.Según tu experiencia ¿es necesario tener una condición física mínima para poder llevar a cabo un régimen de entrenamiento y nutrición?
En cuanto al entrenamiento personal, obviamente, no es necesario, ya que el programa de entrenamiento se adaptará completamente a la persona, a su condición física actual y a sus características. Con personas principiantes o sedentarias, se debe tener especial cuidado: empezar muy poco a poco, de forma progresiva, para que su organismo se vaya adaptando y sea un proceso llevadero y agradable.En relación a las clases de grupo, sí es necesario contacto previo, ya que es la persona quien se debe adaptar al entrenamiento y no al revés, por eso es importante tener, al menos, un contacto con la actividad física, así evitará lesiones y la frustración de no poder disfrutar la clase.