Cualquier cambio repentino en el flujo vaginal normal debe ser seguido por una visita al ginecólogo. Para eso la mujer debe primero prestar atención a cómo se comporta su cuerpo cuando está sano, de esa forma podrá notar cualquier cambio en cuanto a la frecuencia, textura y color.
Causas principales
El final de un período menstrual: Cada 26 a 32 días, en promedio, la mayoría de las mujeres experimentan la menstruación. Durante los últimos días de su período, muchas mujeres notan los cambios habituales en su flujo rojo brillante u oscuro, a un flujo de color marrón. Este matiz indica que la sangre adherida al útero ha envejecido y que por tanto, no es motivo de preocupación. Algunas mujeres pueden continuar viendo manchas durante días después de que finaliza la menstruación, si no es lo típico, se debe consultar a un ginecólogo.
Ovulación: muchas mujeres manchan su ropa interior durante la ovulación, el momento en el que son más fértiles. La ovulación se produce normalmente a mitad de ciclo, entre los períodos menstruales, aunque el momento en sí puede variar. Rara vez es una causa de preocupación, pero como con cualquier cambio en el ciclo menstrual, no está de más consultarlo con el ginecólogo en la próxima visita programada.
El inicio de la menarquia: a menudo una descarga marrón-rojiza precede a la menarquia, el primer ciclo menstrual que experimenta una joven adolescente. Algunas jóvenes presentan manchas marrones durante meses antes de su primer ciclo menstrual completo, otras solo ven un sangrado ligero antes de la aparición de los períodos regulares. En algunos casos, es difícil decir cuando el manchado mensual se convierte en un período menstrual verdadero.
Embarazo: Cuando unas manchas de color marrón-rojizo, de cantidad leve a moderada, reemplaza el período menstrual normal de una mujer, podría ser una señal temprana de embarazo. Las pruebas de embarazo suelen ser precisas, pero no pueden detectar un embarazo en el primer mes. Las mujeres que creen que podrían estar embarazadas deben programar una cita ginecológica tan pronto como sea posible después de notar la ausencia de la menstruación.
La gonorrea, clamidia y otras infecciones de transmisión sexual: A pesar de que están más asociadas con la descarga de color verdoso o amarillento, algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) también pueden causar una secreción de color marrón-rojizo. En estos casos, las células rojas de la sangre en la secreción no provienen de los cambios hormonales normales, sino de la irritación. La mayoría de las infecciones de transmisión sexual están acompañados de otros síntomas como flujo maloliente, picazón, ardor y dolor pélvico. Un manchado marrón por sí solo rara vez es un signo de ITS. Si una mujer siente que estuvo expuesta ante una de esas infecciones, debe acudir al médico y ser examinada. La gonorrea o clamidia no tratadas pueden convertirse en la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una condición que puede conducir a dolor e infertilidad severa.
El cáncer de cuello uterino: En casos raros, el flujo vaginal de color marrón o rojizo inexplicable puede indicar una condición más grave, como el cáncer de cuello uterino. Las citologías vaginales pueden detectar las condiciones precancerosas desde temprano, así que el cuidado preventivo es la mejor manera de eliminar esto como una posible causa de la descarga de color marrón-rojizo.