Son muchas las situaciones que en nuestro día a día pueden provocarnos estrés, como la vuelta a la rutina tras unas vacaciones, y aunque estamos acostumbrados a llevar un ritmo de vida elevado puede acabar pasándonos factura.
El estrés influye de manera directa en nuestra alimentación y no para bien precisamente. Mientras que algunas personas pierden el apetito otras comen 'cualquier cosa' aunque no tengan hambre. Pero, ¿sabes qué? Esta conexión directa también se produce al revés, ¡pero con resultados positivos!
Existen alimentos que tras consumirlos provocan en nosotros un aumento de energía y de optimismo al mismo tiempo, lo que alivia de forma notable nuestro estrés. ¿Quieres saber cuáles son? Gracias a Graciela Moreira, nutricionista y experta en cocina de Pronokal Group, puedo apuntároslos:
- Vitaminas de tipo B: cuando nuestro estrés aumenta se agotan las reservas lo que provoca en nosotros un aumento de insomnio e irritabilidad, ¡seguro que lo has notado alguna vez! La vitamina B6, por ejemplo, favorece la producción de serotonina en el cerebro, además de favorecer igualmente la formación de hemoglobina en sangre y la vitamina B12 mejora el estado de las células nerviosas y glóbulos rojos, y mejora el equilibrio del sistema nervioso. Puedes encontrar estas vitaminas en los pescados, los mariscos, los lácteos, los huevos, el brócoli, las acelgas, las espinacas, los cereales y las leguminosas.
- Magnesio: favorece el equilibrio del sistema nervioso central, además de la relajación del organismo. Los frutos secos, los granos enteros y los vegetales son una rica fuente de este mineral.
- Triptófano: este aminoácido, presente en las proteínas de las carnes y la leche, es precursor de la serotonina que nos ayuda a relajarnos y mejora nuestra autoestima y concentración. ¡Un aliado infalible!
- Relajantes naturales: algunas infusiones pueden ayudarnos a combatir el estrés de forma natural. ¿Un ejemplo? Te doy tres: el tilo, la melisa y la albahaca. Además, el clásico vaso de leche antes de acostarnos nos puede ayudar a relajarnos y dormir mejor.
Por último, no me despido sin recomendarte reducir el consumo de alcohol, cafeína, sal, azúcar y refrescos. ¡Vuestra mente y vuestro cuerpo os lo agradecerán!
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