Cuando estás embarazada surgen muchas dudas, sobre todo si eres madre primeriza, y algo que preocupa a muchas son los cambios en el flujo vaginal. A pesar de que los cambios son normales, debido a que en esta etapa está llena de cambios y transformaciones, hay que estar atentas por si aparecen síntomas que pueden indicar que existe alguna infección u otra complicación.
El flujo es diferente durante el embarazo y no debes preocuparte por ello, ya que es algo natural que a todas les sucede, pero ¿cuándo deja de ser algo normal? A continuación, te explicamos todo lo relacionado sobre el flujo vaginal en las embarazadas para despejar tus dudas y preocupaciones.
Aumento de flujo cuando estás embarazada
Seguro que has notado que la cantidad de flujo se ha incrementado, pero ese flujo es blanco y sin olor, similar al que tenias antes del embarazo, días antes de la menstruación, cuando ibas a ovular. Se llama leucorrea y es algo normal debido a que produces más estrógenos y el riego sanguíneo es mayor hacia la zona vaginal. Es probable que puedas apreciar como las secreciones son mayores y más viscosas según se acerque la fecha del parto.
Este flujo también tiene otra explicación y es que a comienzos del embarazo se crea una barrera en la matriz que se llama tapón mucoso para evitar posibles infecciones. Cuando el cuello uterino comienza a dilatarse y el cuerpo se prepara para el parto es posible que expulses este moco cervical y su aspecto es parecido al de la clara del huevo, incluso a veces puede aparecer con hilos de sangre, pero sigue siendo algo normal.
Cómo puedo mantener la zona limpia
Para muchas mujeres, expulsar este flujo vaginal les puede resultar incómodo y más cuando la cantidad es considerable. Es preferible que no uses un tampón, ya que la mayoría de los médicos lo desaconsejan, y mejor optes por algunas toallitas higiénicas y ropa interior exclusivamente de algodón. Debes evitar los pantalones ajustados, los jabones con perfumes y los desodorantes vaginales.
Es importante mantener la zona limpia y seca, pero muchas veces el exceso de higiene intima puede ser contraproducente, ya que puede conseguir que desaparezca la flora vaginal natural y permita la entrada de bacterias con mayor facilidad. Se desaconsejan la duchas vaginales ni los lavados en el bidet, con una ducha al día es más que suficiente. Con el fin de evitar infecciones, es necesario que al ir al baño tenga la prevención de limpiarse siempre de delante hacia atrás.
Flujo marrón durante el embarazo
Siempre que percibas que el flujo cambia a color marrón o rosado debes consultarlo con tu médico o ginecólogo. Estás embrazada, no tienes la menstruación, por eso no es algo normal, aunque sí que es frecuente, ya que aproximadamente a tres embarazada de cada diez le sucede. Algunas de las razones por las que puedes manchar de color marrón son debido al sangrado de implantación, que se produce durante el primer mes, o porque hayas tenido relaciones sexuales embarazada, se te haya inflamado el cuello uterino o simplemente por cambios hormonales.
En el caso más grave puede que se relacione con un aborto o un embarazo ectópico, es por eso por lo que se recomienda acudir al médico, porque en estos casos se hace necesario realizar una ecografía para controlar que todo va bien. También, después de un tacto vaginal es posible un aparezca un sangrado, pero este debe desaparecer al poco tiempo.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Solo en estos casos y cuando notes algunos de estos síntomas debes acudir a tu médico para que pueda diagnosticarte, si es simplemente flujo blanco normal no tienes que asustarte. Nunca te automedique sola, ya que podría ser perjudicial para tu bebé.
-Cuando sientas picazón en la zona, irritación o ardor y como el flujo blanco empieza a aparecer con grumos es posible que puedas tener candidiasis vaginal, un hongo muy común en esta zona y fácil de tratar con pomadas o supositorios.
-Si el flujo es demasiado acuoso y de color muy claro puede tratarse de líquido amniótico debido alguna rotura. Si tienes dudas o te resulta difícil diferenciar el flujo acude a tu médico.
-Si estás en la semana 37 de embarazo y el flujo cambia a acuoso con color marrón o rosado debes acudir al médico en cuanto sea posible, pues podría tratarse de un parto prematuro.
-Cuando has mantenido relaciones sexuales y el flujo tiene mal olor, incluso un aspecto grisáceo, puede tratarse de una infección como vaginosis bacteriana, que con un tratamiento oral se cura.
-Si el color es verde o amarillo puede ser un signo de un enfermedad de transmisión sexual, hay que evitar las relaciones sexuales o utilizar protección.
Muchas veces es complicado saber si tienes algún tipo de infección, por eso ante la duda visita siempre al médico o ginecólogo. De todas formas, en las últimas semanas de embarazo, se realiza una prueba que consiste en una frotis vaginal para asegurar la ausencia de estas infecciones que pueden transmitirse al bebé durante el parto.
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