El cambio de rutinas durante el verano provoca en ocasiones que nos resintamos de nuestros problemas de salud. Desconectar del día a día y disfrutar de unos días de descanso no debe implicar descuidar nuestros buenos hábitos. Por eso hoy te traemos unos consejos que el doctor Vicenç Villegas, responsable médico del Área Cardiovascular de Chiesi España, nos recomienda para evitar riesgos innecesarios en lo que a tu corazón se refiere.
1. Evitar cambios bruscos de temperatura
El intenso calor de las horas puntas del verano es perjudicial para nuestra salud cardiovascular, por eso, debemos intentar no salir a la calle entre las 11.00 y las 17.00 de la tarde. Además, el contraste con la temperatura del agua en piscinas y playas puede ser contraproducente si esta es inferior a 25º.
2. ¡Cuidado con el sol!
La vitamina D y su déficit está relacionado con enfermedades como la diabetes, hipertensión, infartos o ictus, según indican varios estudios de la Asociación Americana del Corazón. Lo ideal para metabolizarla bien es tomar el sol unos diez minutos y en las horas menos calurosas del día.
3. Actividad física en horas de bajas temperaturas
Durante el verano debemos mantener la actividad física que practicamos durante el año pero, si se trata de ejercicio al aire libre, debemos evitar las horas punta. Si sufres algún tipo de descompesación cardiovascular, la natación es el deporte más recomendable, pues tu corazón tiene una menor capacidad de reserva para eliminar el calor del cuerpo y sufre más con las actividades al aire libre
4. Realizar actividades con la ropa adecuada
Adaptarse al clima y utilizar la ropa adecuada para la actividad que vamos a realizar se convierte en condición indispensable si no queremos sufrir percances cardiovasculares. Usaremos un gorro que cubra la cabeza para evitar que el calor corporal se pierda y llevaremos el calzado adecuado tanto si vamos a hacer senderismo como si vamos a hacer turismo.
5. Mantenerse hidratado
Beber agua durante estos meses es esencial para evitar la deshidratación. Preferiblemente consumiremos agua embotellada, pero también podemos hidratarnos con refrescos, helados o limonadas que pueden prevenir los efectos de la insolación. Por supuesto, el principal consejo es no exponerse al sol con temperaturas altas.
En el caso de ser pacientes habituados a tomar diuréticos, las precauciones serán extremas, y deben consultar con su médico la dosis del tratamiento antes de comenzar el verano
6. Alimentación saludable
La alimentación debe adaptarse a estos meses y optaremos por consumir alimentos como fruta fresca, pescado azul, espárragos, calabacín o tomate. Son productos de temporada que mejorarán nuestro estado. Evitar el café, la sal o las grasas saturadas es otra de las recomendaciones a tener en cuenta.
7. Reposar y descansar
Las altas temperaturas reducen nuestra energía y por ello, descansar durante 30 minutos en las horas centrales del día nos mantendrá más activos y disminuiremos así la presión arterial, cuya alteración puede ser el principio de una enfermedad cardiovascular.
8. ¡No olvides la medicación!
Mantener el tratamiento médico durante estos meses es imprescindible. Así que no te olvides de meterlo en la maleta y tomarlo como lo haces habitualmente.