La clave para llevar una vida saludable, alejada de algunas de las enfermedades más comunes, está en combinar una dieta sana y equilibrada con la práctica de ejercicio. Sin embargo, para huir del sedentarismo no es necesario apuntarse al gimnasio como mucha gente cree, es posible mantenerse en forma sin salir de casa adaptando el ejercicio a nuestra rutina.
Antes de practicar ejercicio
Lo más frecuente es que las personas se planteen empezar a practicar algún tipo de ejercicio con la llegada del año nuevo, cuando se aproxima el verano o cuando termina este pero, lo importante es que una vez tomada la decisión se tome en serio:
Es importante ser consciente de que, si bien los beneficios psicológicos se notan rápidamente, los beneficios físicos no se notarán el primer día hay que tener paciencia y ser constantes.
El lugar está claro, pero, ¿y el momento? Es importante escoger un momento del día del que dispongamos siempre para convertir la práctica de ejercicio en una rutina más de nuestro día a día.
Es importante que, sea cual sea el ejercicio a realizar, se caliente y estire previamente para evitar posibles lesiones que en nada mejorarían nuestra calidad de vida que es lo que se pretende con el deporte.
Asimismo, es recomendable empezar poco a poco evitando forzar excesivamente el cuerpo, moderando no sólo el tiempo si no también la intensidad.
Para no poner en riesgo la salud, es aconsejable tener siempre a mano una botella de agua para mantenerse correctamene hidratado y seguir una dieta equilibrada.
Abdominales
Uno de las metas más deseadas de aquellos que empiezan a practicar deporte, sobre todo cuando se acerca el calor, es conseguir un vientre plano. Para conseguirlo, siempre que no tengamos grasa acumulada en la zona, es necesario recurrir a los abdominales.
Glúteos
Otra de las zonas más cuidadas, sobre todo en las mujeres, son los glúteos. También pueden tonificarse en casa fácilmente en cinco sencillos pasos.
Piernas
Las piernas son una de las partes del cuerpo que más debemos cuidar, y no sólo por estética, si no porque, tal y como explica Santiago Martínez, especialista en preparación física y salud, “son las que nos mantienen en pie, son las que mejoran o empeoran nuestra calidad de vida, son las que hacen que nos cueste más ir a trabajar o subir las escaleras”.