¿Te suena?
Pues suele ser así al principio todo es deseo y buscarse a todas horas para verse, para sexo, pero pasa el tiempo y las ganas de sexo se van, y la relación se vuelve una mierda. Más discusiones. Menos sexo. Peor rollo. Menos sexo. Broncas tontas. Menos sexo ¡Adivina qué le falta a la historia?! Pues no es el sexo, sino el diálogo y la compresión, y como consecuencia: efectivamente, las ganas de sexo y su complicidad se escapan.
Pues la terapia de pareja, basada en la psicologia de pareja, viene a ayudar cuando deja de fluir el tema y la sexologia viene a echarnos una mano. La duda es, bueno las dudas son muchas:
¿En qué casos convendría acudir a terapia sexual?
¿Cuándo acudir a terapia de pareja?
¿Para qué sirve la terapia de sexología o de pareja?
Este artículo va a resolver todas esas dudas y alguna más que surgirá de camino, y cuando acabes de leerlo habrás recuperado muchas cosas. Entre ellas, espero que tengas ganas de hablar con tu pareja para encontrar ese puntito de buen rollo. Ése que os llevará a buscaros, y a perderos ¿Sabes ya de lo que hablo? ¡No me tires de la lengua!
Sexo, sexo, sexo
En los momentos más complicados de la vida en pareja, en los jodidos de verdad, suele pasar que:
Hay discusiones súper a menudo.
La convivencia es insoportable.
No tienes ganas de llegar a casa.
Estás fatal.
Os distanciáis.
La rutina os come.
La pasión sale por la ventana, porque hace que no os tocáis: mil años
¿Sexo? ¡Se te ha olvidado lo que era!
Y sabes que os queréis mogollón, y
no te gustaría que se fueran a la mierda tantas cosas e ilusiones compartidas
Así que vuelves a pensar que se puede intentar solucionarlo una vez más, y te rondan estas ideas:
¿Quizás se pueda intentar de nuevo?
¿A lo mejor la terapia pareja pueda salvar esto?
¿Algún psicólogo matrimonial o un psicologo terapia de pareja consiga algo?
Así que abres San Google y escribes: Terapia de pareja, y San Google hace magia, te lleva a los tres sitios que hay cerca de donde estás, y te trae a este artículo que tienes entre manos. Magia para solucionar la bonita relación de pareja que tenías, y que puedes tener.
Desde la psicología sí se puede intentar solucionar lo que os ha distanciado. No asegura nadie que no se llegue al divorcio o la ruptura, pero lo que sí es cierto es que intentarlo es importante.
El psicólogo matrimonial realmente sí puede ayudar, y hacer mucho por la pareja, por el diálogo, por encontrar soluciones donde parece no haberlas... Hay que dar la oportunidad y abrir esa puerta a la terapia de pareja.
Antes de llegar al psicólogo, hay mucho que puedes hacer para solucionarlo. ¿Quieres saber cómo? En este artículo tienes las claves para encontrar el camino hacia la solución. Atrévete a leerlo hasta el final.
Si ves que las cosas se complican, y necesitas algo de ayuda para lograrlo: no problem, cuenta conmigo y con el equipo de psicólogos y sexólogos especializados en terapia de pareja, que desde el gabinete de psicología Ana Llorens, estamos aquí para ayudarte.
No estás solo.
No estás sola.
Estoy aquí para ayudarte a encontrar tu solución.
¿Te atreves a intentarlo?
¡Adelante!
¿Qué aprenderás en este artículo?
La solución: empieza tu terapia de parejaIntimidad
Respecto
Compromiso
Reparto de cargas
Inseguridades
¿Cuándo ir a terapia de pareja?
Conclusión
La solución: empieza tu terapia de pareja
Con tu pareja y da lo mismo que seáis dos tíos, dos tías, tío y tía... Da-lo-mismo: los problemas son los mismos. Se pasa el enamoramiento del principio donde todo es pasión, cama, sexo, ternura, sexo, pasión, y nos queda la rutina, el aburrimiento, hacer los baños y planchar la ropa.Si la relación de pareja ha avanzado y es sólida, a estas alturas ya tiene que haber sentimientos y emociones, o se va todo al traste. Contando que no es tu caso y lo que tienes es una RELACIÓN, con palabras mayúsculas, el vínculo ya estará más allá de la pasión y el sexo, y os querréis de verdad. Aunque no estéis en vuestro mejor momento como pareja Seguro que ya tenéis cierto compromiso entre vosotros, y os queréis lo suficiente para tratar de que la relación de pareja funcione.
¿Es así? Y por eso estás leyendo este artículo, para ver qué se puede hacer para mejorar un poco esta situación en la que estás, que no sabes cómo ha empezado, porque hace nada estabais de puta madre y ahora no tienes ganas ni de llegar a casa porque sabes lo que te espera, y te cansa el mal rollo. Nada es como antes, ¿verdad? La rutina os ha comido y la ilusión se ha ido volando por la ventana. :(
Bueno, pues ahora toca pensar en cómo solucionar esto, y la forma es buscando dónde están los puntos sobre los que trabajar.
¿Te atreves a buscarlos conmigo?
Lo primero que hace falta es sinceridad y ser súper crítico. No “se vale” que la culpa la tenga sólo del otro, porque así no se encuentra ninguna solución. Así que, con sinceridad y crítica ¡empezamos!!!!
INTIMIDAD:
¿Tenéis momentos de intimidad como pareja?
Es muy fácil despistarse y olvidarse de tener tiempo para la pareja. Los críos, el curro, la diaria Sin tiempo para estar un día entero haciendo nada especial, sólo lo-que-se-os-ocurra. ¿Recuerdas qué era eso? Pues estar: sexo, hablar, reíros, pasear, sexo, comer algo, hacer cosas juntos, más risas, cervezas, paseo, cosquillas, sexo Tiempo de calidad. Y es fundamental.
¿Qué te parece empezar por buscar un par de días para la pareja? Con noche incluida donde sólo esté la pareja no hace falta irse de casa, pero sí que sólo esté la pareja. Súper importante esto: sin niños, sin suegros, sin teléfonos, sin relojes, sin alarmas, sin colegas... Desde el sábado a las 10h hasta el domingo a las 19h, sin más límite que el de ¡alimentaros un par de veces al día!!!
Coge la agenda y planifica que par de días vais a estar fuera del mundo, dedicándoos tiempo sólo a la pareja.
RESPETO:
¿Respetáis el tiempo y las decisiones del otro?
A veces se nos olvida que la pareja la formamos dos personas completas e independientes, y saber dónde están los límites a veces es un poco complicado porque sois pareja, y también sois personas. Un follón, y no hay fórmulas mágicas, pero sí puedes empezar por hablar del tema con tu pareja, para ver si estáis respetando esos límites de tiempo, y las decisiones del otro. Y para ver si puede estar ahí el problema de base. ¿Qué te parece buscar un rato tranquilo para hablar de esto?
COMPROMISO:
¿Tiene el compromiso que tú esperabas? Y tú, ¿tienes el compromiso que tu pareja quería? Porque aunque pueda parecer una tontería, no lo es. Si tú querías que el compromiso fuera uno y resulta que, no es como tú querías, eso mina la relación en la base. Puede que para ti que conozca a tu familia sea la muerte, o que ella quiera casarse y tú ni de coña, o que quieras tener hijos y tu pareja no, o que lo que sea que uno quiere y el otro no. ¿Qué consecuencias tiene al medio y largo plazo? Pues que los dos estáis jodidos.
Tiene mala solución, porque al final uno tiene que ceder lo importante es saber que, aunque hagas algo que no estaba en tus planes, lo haces como un regalo de amor desinteresado. Con la mano en el corazón puedes tener un hijo que no tenías pensado, o pasar por un matrimonio que no te apetecía (a priori), o pasar por una presentación familiar que sabes que te va a hacer que ¡se te ricen los pelos de la nuca!!!
REPARTO DE CARGAS:
¿Haces más cosas que tu pareja?
A veces pasa que uno hace muuuuuchas más cosas que el otro, y se carga de trabajo. Al final esto termina hartando bastante, y crea muy mal rollo en la pareja. ¿Te suena?
Puede ser porque uno limpie más que el otro, o se ocupe más de los niños, o porque siempre cocine, o planche, o lo-que-sea-que-haga-más Espera, que además da lo mismo si es real o no, porque lo peor de todo es la sensación de que haces más que el otro.
¿Solución? Hablar, hablar, hablar y buscar juntos soluciones. Desde el cariño, y sin tirarse los trastos a la cabeza, que no hay que olvidar que os queréis mogollón y el objetivo de este artículo es mejorar la relación de pareja.
La terapia pareja va a repasar estos puntos que os doy en este artículo, y por eso estamos trabajándolos desde ya, aplicando psicologia sexología y todas las herramientas que tenemos a mano.
¿Seguimos?
INSEGURIDADES:
¿Notas que tu pareja es más insegura que tú?
Puede pasar, o que seas tú el eslabón inseguro de la historia. Esto se trabaja mucho en terapia porque está muy relacionado con cómo nos hemos criado de pequeños. Seguro que has oído hablar de los tipos de apego: el inseguro, el ansioso y el seguro.
Si tu pareja te agobia por tema de inseguridades, quizás en tu relación de pareja tengas problemas con los celos, y con estar muy colgado de la relación. ¿Soluciones? No hay fórmulas mágicas tampoco en esto, pero hay algo que sí irá bien: trata de darle seguridad.
Si ves que se te pone cuesta arriba el tema y no avanzáis, ponte en contacto con nosotros para trabajarlo con nuestra ayuda.
Como ves, la comunicación es la solución de los problemas más normales. No he incluido otros muchos que también pueden estar pasando, y que tienen una solución similar.
Por ejemplo, que:
La familia o los amigos se metan a opinar más de la cuenta en tu relación, y terminéis en broncas o malos rollos.
Uno de los dos necesite más sexo que el otro, y al final acabe uno de los dos buscando “fuera” lo que no tiene dentro Insatisfacción. Infidelidad. Celos. Malos aliados en la relación de pareja
Aburrimiento en general, porque la vida en pareja no es lo que pensabas. Tocaba emparejarse por edad, pero ahora que estás dentro de la relación de pareja, lo que te apetecen son otras cosas. Mala solución tiene esto también.
Querer cambiar al otro: tenías la idea de que ibas a cambiar lo que no te gustaba, y pasa el tiempo y parece que además de conseguirlo, cada vez es peor. Aceptar al otro como es tarea complicada, y con un gran trabajo personal para conseguirlo.
En fin, la comunicación es la solución, siempre que no te lleve a discusiones que te hagan sufrir y pasarlo mal. Hablar, eligiendo las palabras adecuadas, las que no hacen daño al decirse, y ayudan a entenderse y encontrar las soluciones buenas.
Porque los conflictos más comunes en la pareja son los que te he resumido, y en la base de estos conflictos, está la falta de comunicación. Ahora la terapia de pareja se ha puesto más de moda que nunca, y la psicologia de pareja es la base de esta forma de solucionar los problemas de las parejas hoy en día.
Los psicólogos damos un paso más, y nos especializamos en sexología, siendo ésa sexóloga, ese sexólogo, especializado en terapia para parejas, o tu psicólogo matrimonial. Y termina yendo a un centro de terapia de pareja, sin tener claro si servirá para algo o no Pues sí, suele servir para mucho, siempre que sean temas salvables. En cualquier caso, ¿no crees que merece la pena intentarlo hasta el final?
Este artículo te está ayudando a identificar los posibles problemas, y las soluciones en cada caso, porque la terapia de pareja funciona. Es una realidad tanto para saber si la relación tiene una segunda parte, como para saber que es el momento de terminarla. El limbo de las relaciones de pareja es lo peor: saber hacia dónde ir, es lo ideal en todos los casos.
¿Dime que no tienes ganas de poner en práctica todo lo aprendido?
¿Cuándo ir a terapia de pareja?
Vale: lo has intentado. Has visto los puntos de antes, y has hablado con tu pareja... y no estás ni mejor ni peor que antes. No se ha solucionado todo lo que esperabas, y toca darle otra vuelta al tema.¿Cuál es la solución? ¿Ha llegado el momento de ir a terapia de pareja?
Ahora estarás preguntándote cuándo empezar a ir a terapia de pareja
Es normal, porque todos sabemos cuándo la relación va peor, pero de ahí a saber cuándo dar el paso de llamar a alguien de fuera, un psicólogo, un sexólogo o una sexóloga, para que meta las narices en nuestra historia es complicado.
Y ¿qué pasa si uno no quiere ir y el otro sí? Así de primeras parece que la cosa se complica ¿Estamos jodidos porque hay que ir en pareja, y si uno pasa del tema, es imposible solucionar nada? Pues no, puede ser un poco más complicado, pero no imposible.
¿Cuándo ir a terapia de pareja?
Cuando sientas que la relación está muriéndose o que tiene problemas graves de base, que no sabes qué hacer con ellos.
Si después de leer este artículo y de probar las cositas que te cuento más adelante, ves que no mejora la relación: pide ayuda. ¡Ni te lo pienses!
Si la relación te merece la pena, busca ayuda externa. Una persona ajena a la relación, formada, que no toma partido por ninguno de los dos, y que va a siempre honesto y sincero no lo dudes.
Aquí tienes mi contacto para comenzar a solucionar los problemas de la raíz.
¿Cómo planteárselo a tu pareja?
Con mucho cariño, esa debe ser la base de esta conversación.
Puedes empezar recordando momentos felices, de los bonitos de verdad cuando erais súper felices.
Después le cuentas que os estáis distanciando y le recuerdas las cosas que habéis dejado de hacer juntos: siempre con cariño y mucho amor, sin reproches.
Cuando esté claro que no es un ataque, sino un intento de recuperar todo lo maravilloso que teníais que quieres seguir teniendo, le puedes hablar de hacer terapia de pareja y del psicólogo de pareja, como alguien que va a ayudaros a recuperar todo lo bonito que teníais antes.
¿Cuánto vale la terapia de pareja?
Pues suele costar lo mismo que las sesiones de psicologia cuando va uno, y un poco más, en las sesiones que vayáis la pareja. No es más caro que la terapia psicológica habitual.
Durará dependiendo de los temas que haya que solucionar. A lo mejor con una sesión es suficiente, o a lo mejor os lleva un par de meses ¡depende muuuucho de vosotros!!!
Ya está list@ para empezar a solucionar tu relación de pareja.
¿Te atreves?
Conclusión
Vamos a repasar todo lo que has aprendido en este artículo.En el artículo te he contado para qué vale la terapia de pareja: ésa que te ayuda a recuperar aquello maravilloso que tenías en tu relación, y que poco a poco has ido perdiendo.
Después has visto los problemas más habituales por los que las relaciones se deterioran, para que les des una vuelta, y hables con tu pareja de los que veas que te afectan:
- INTIMIDAD: ¿Tenéis momentos de intimidad como pareja? Aquí has visto que buscar tiempo de calidad con la pareja, es fundamental y un buen comienzo.
- RESPETO: ¿Respetáis el tiempo y las decisiones del otro? Hablar tranquilos sobre esto, parece un buen punto de partida también, y poner en práctica soluciones, cambiar comportamientos.
- COMPROMISO: ¿Tiene el compromiso que tú esperabas? ¿Y tú? Es importante que los dos estéis en el mismo nivel de compromiso, y si no es así: hablarlo y cambiar cosas.
- REPARTO DE CARGAS: ¿Haces más cosas que tu pareja? Hablarlo tranquilamente, porque sea o no verdad, sentirlo así es un problema. Después habrá que hacerlo distinto
- INSEGURIDADES: ¿Notas que tu pareja es más insegura que tú?
Puede pasar, hablarlo y trata de darle seguridad. Si ves que necesitas ayuda, ponte en contacto con nosotros.
- LOS DE FUERA: ¿La familia o los amigos se meten demasiado en vuestra relación? Hablarlo, porque la pareja es cosa de dos y habrá que cambiar cosas.
- FRECUENCIA SEXUAL: ¿Uno de los dos quiere más sexo que el otro? Ojo!, no acabe buscando “fuera” lo que no tiene dentro Insatisfacción. Infidelidad. Celos. Malos aliados en la relación de pareja Hablarlo y mirar qué soluciones vais a poner en práctica.
- ABURRIMIENTO EN GENERAL: Hablarlo y encontrar soluciones creativas.
- QUERER CAMBIAR AL OTRO: ¿Pasa el tiempo y no le cambias? Háblalo, porque no se suele cambiar y lo que tienes, es lo que hay.
Pero luego ha llegado ese momento de pensar: ¿y si haciendo eso no lo consigo? ¿Y si mi relación sigue estando jodida: qué pasa?
Así que, después de ver cómo hacer la terapia de pareja en “plan casero” y por tu cuenta, te has ido haciendo las preguntas más normales: cuándo hay que ir a terapia, cómo contárselo, qué pasa si uno no quiere ir Y ha quedado claro que hay que ir cuando la relación esté jodida. Tú mejor que nadie sabrás cuándo es el momento en que no sabes por dónde cogerlo.
Para contárselo, todo con cariño y mucho tacto. Recordando primero lo que os unía y lo maravilloso de la relación, para después Y SIN REPROCHES, plantear cuánto os queréis y lo bueno que sería recuperar aquello.
¿Y si no le convences para que vaya? Pues si uno no quiere ir, no pasa nada: se trabaja con el que sí quiere, y listos. Lo ideal sería que fuerais los dos juntos al principio, y después que trabajáis por separado. Más adelante, volveríais a ir juntos para ver que ya podéis hablar de los temas, y está todo solucionado.
Así que has visto todo el abanico de posibilidades: desde cómo hacer la terapia de pareja por tu cuenta, en casa, con los problemas más habituales y cómo enfrentarte a ellos, hasta cuando toca levantar la mano y pedir ayuda, cómo plantearle en casa y dar el paso.
Ahora tienes todo para ser feliz, también en pareja y cuando la relación empiece a hacer aguas. ¿Y si tampoco así funciona? Pues con todo el cariño del mundo y todo el amor de lo vivido, se pliegan velas y se sigue viviendo, que los amores pueden ser maravillosos y también tener un final.
¡Adelante!, a vivir y a por todas!!!
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