¿Qué es y cómo funciona?
Para definir Terapia de pareja, nos enfocamos en lo que es, un tratamiento clínico entre ambos miembros de una relación sentimental para mejorar la comunicación entre ambas partes.
Sea cual sea su condición actual, se recomienda en novios, convivientes, casados, separados o divorciados; y la finalidad siempre será la misma, llegar a un acuerdo pacífico y comunicarse de forma más efectiva. Este tratamiento lo lleva a cabo un psicoterapeuta profesional y certificado en el área con estudio en los diferentes métodos de terapia de pareja.
El objetivo principal del profesional será que la pareja pueda expresar sus sentimientos de forma efectiva, sin interrupciones y logrando que la otra parte escuche y asimile lo que su compañero(a) expresa. Este tipo de comunicación influye en el control de emociones e impulsos negativos que han deteriorado la relación y fomenta la solución de conflictos.
Es necesario que el terapeuta deje en claro que defectos de personalidad, tales como: soberbia, orgullo, egoísmo u otras, pueden distorsionar la perspectiva ante problemas o conflictos lo que los lleva a emitir un juicio erróneo y poco amigable.
Algunos de los enfoques con los que la terapia de pareja cuenta son: sistémico, cognitivo conductual, psicoanalítico, gestáltico, análisis transaccional y terapias breves centradas en la solución de problemas.
Razones comunes para una Terapia en pareja
No todos los problemas en una relación son motivo para acudir a un profesional del área psicológica. Cuando se inicia la convivencia entre dos personas, costumbres, hábitos y rutinas diarias chocan y se produce una etapa de adaptación para ambas partes.
Es normal ver a las personas que han convivido más de un año, tener problemas muy insignificantes pero que se vuelven enormes por la forma en la que ambos abordan el tema. Pero son cosas, que con una comunicación efectiva, pacífica y un espíritu de comprensión y apacibilidad pueden resolverse rápidamente.
Sin embargo, los temas que llevan a algunos a terapia suelen ser más profundos que un simple desacuerdo sobre cómo colocar los platos o la ropa de cama. Por lo general, se tratan temas de rutinas aburridas, falta de sexo, discusiones por caracteres fuertes o crianza de los hijos.
Aun cuando muchos creen que después del divorcio no hay necesidad de acudir a terapia de pareja, es muy recomendable recurrir a un profesional para ayudarlos a mantener una relación respetuosa y saludable entre los padres para ayudar a sus hijos a manejar el tema de la separación.
Por ello, la terapia no se centra solamente en recuperar algo casi perdido, sino llegar a un término amigable una vez que no se logro mantener la relación.
Otro tema que lleva a las personas a recurrir a la terapia son las infidelidades de uno o de ambos miembros de la relación. En estos casos, se profundiza en temas personales e íntimos de la pareja para descubrir que los ha llevado a ser infieles.
En términos generales, la infidelidad sucede como un problema patológico ante la ausencia de algo que la persona considera esencial en su vida. Es por esta razón que muchos se escudan en la rutina o la falta de atención de su pareja para ser infieles.
El momento en el cual recurrir a ella
En el caso de las parejas, puede que uno de los miembros desee asistir y el otro pensar que es una pérdida de tiempo y dinero. A estas personas debemos decirles que no hay nada más lejos de la realidad.
Es claro que el momento ideal de acudir a una terapia es cuando se está en común acuerdo con el asunto. Pero si uno de ellos se rehúsa a ir por no darle el valor que tiene, debe saber que 4 de 5 parejas admiten mejoría en la relación luego de la terapia.
Se observan mas resultado cuando la pareja comienza la terapia a lo máximo dos años luego de la aparición de los problemas de pareja. El porcentaje de éxito en estos casos es del 70%.
Antes de recurrir al psicólogo, debe determinar objetivos y metas entre ambos, ya que si uno desea reconstruir la relación y el otro demolerla, es obvio que no se lograra nada bueno. Es recomendable planificar esta visita cuando se sientan insatisfechos o malestar con respecto a cualquier cosa que se presente en la relación.
El propósito es encontrar la raíz del problema, ya que si hay muchos conflictos es posible que haya asuntos sin resolver y sentimientos acumulados aun desde el inicio de la relación. Luego se comienza el proceso de dialogo empático, donde ambas partes se pueden comunicar de forma efectiva y enseñar a ambas partes a escuchar.
Otro aspecto que se toca en la terapia es aprender a discutir sin herir los sentimientos de la otra persona. Ya que es claro que siempre habrá discusiones, el punto es saber tratarlas y cuidar de la relación antes que destruirla.
Recuerde que la pareja se conforma por dos parte, por lo que ambos forman parte del problema y la solución, en estos casos muy pocas veces la culpa es de uno solo. Por lo tanto vea la terapia de pareja como un recurso invaluable que puede llevarlo a recuperar la tranquilidad y la felicidad de su vida de pareja.