Ese estudio lo puede leer completo en la revista Environmental Toxicology & Chemistry del mes de febrero, la investigación se basó en unas 300 muestras de atún enlatado donde encontraron que el "atún blanco" o albacora tenía consistentemente mayores concentraciones de mercurio que el atún "claro".
Shawn Gerstenberger, profesor de salud ambiental y ocupacional de la Universidad de Nevada en Las Vegas, anota "Nunca prohibimos comer atún, lo que decimos es que si se encuentra en un grupo de alto riesgo y le preocupa la exposición al mercurio, hay algunas opciones fáciles para el consumidor que se pueden tomar en cuenta para limitarla".
Continúa Gerstenberger con su explicación y amplia que "el pescado acumula mercurio de dos maneras: absorbiéndolo a través de su piel o escamas del agua misma, o consumiendo otros organismos que contiene mercurio. Dado que la albacora es una especie de mayor tamaño que se encuentra más arriba en la cadena alimenticia que las especies de atún claro, por lo general contiene más mercurio". Según los criterios expuestos a continuación, indica el profesor ambiental "es mejor que el consumidor erre por precaución y observe el estándar más bajo".
La FDA regula un estándar de no más de 1.0 partes por millón (ppm) de mercurio para el pescado comercial.
La EPA fija un estándar más estricto, no más de 0.5 ppm de mercurio.
Por otra parte el Instituto Nacional de Pescaderías en su vocero Gavin Gibbons, director de relaciones con los medios de comunicación, externo preocupación ante esos niveles permitidos. Gran parte del mercurio que se encuentra en los océanos donde se captura atún ocurre de forma natural. Las principales fuentes son depósitos minerales, conductos submarinos o volcanes, han contribuido que gran parte del mercurio que se encuentra en los océanos ocurre de forma natural, por la actividad humana, como la incineración de baterías y la industria, se deduce entonces que dicho contenido de mercurio del pescado depende mucho del ambiente donde se encuentra, dónde es capturado y el tamaño del animal.
Gibbons añadió que "no han habido casos de toxicidad por mercurio por el consumo normal de mariscos comerciales en ningún estudio revisado por científicos. Nadie nunca ha enfermado por el metil-mercurio de los mariscos normales que se encuentran en restaurantes y supermercados"
"El atún enlatado es seguro", continuó diciendo Gibbons. "Los consumidores deben confiar en que el atún enlatado sigue siendo una fuente segura y saludable de proteína magra y ácidos grasos omega 3".
Quienes integran el grupo de alto riesgo?
Entre los grupos de alto riesgo se encuentran las mujeres embarazadas, madres lactantes, mujeres que están pensando en quedar embarazadas y los niños pequeños, todos deben limitar su consumo semanal de atún a máximo doce onzas (aproximadamente 340 gramos) de atún claro a la semana, o unas seis onzas (170 gramos) de albacora.
Qué produce el envenenamiento por este mercurio?
Se encuentran daño al sistema nervioso central, problemas de visión y pérdida de la audición. Aunque no hay advertencias específicas sobre el mercurio solo para quienes están en el grupo de alto riesgo, Gerstenberger dijo que recomendaría a otros adultos también comer atún con moderación, aunque aún no hay acuerdo cuál es la cantidad adecuada, algunos dietistas aconsejan al resto de la población que no se encuentran en grupo de riesgo, no ingerir más de 140 g de atún a la semana para evitar niveles elevados de mercurio.
"Se han documentado muchos beneficios de salud por comer atún y otros pescados", señaló Gerstenberger. "Es importante que los consumidores sopesen todo esto y tomen una decisión".
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