Dormir mal puede deberse a muchísimas razones. Estrés, nervios, pesadillas, falta de cansancio, enfermedad... Muchas de esas veces el problema se convierte en algo que debe consultarse con el médico, pero otras podemos aplicar algunos consejos que nos ayudarán a poder dormir mejor.
Lo primero es no alarmarse. Un mala noche, incluso dos, la tiene cualquiera. Lo segundo es tener paciencia. Si el problema persiste y comenzáis a preocuparos y a tener en consideración poner en práctica algunos de los consejos para dormir mejor, hay que tener en cuenta de que es un viaje a medio plazo y de que impacientarnos solo lo va a agravar. Pensad que no pasa nada, que lo conseguiréis algún día y no desesperéis.
¿Que por qué lo sé? Porque he pasado temporadas de despertarme en mitad de la noche o a altas horas de la madrugada sin poder volver a conciliar el sueño. Me he desesperado por ello, buscando milagros que me hicieran dormir al día siguiente y al final he asumido que lo mejor es relajarse y realizar durante unos días algunos consejos que funcionan.
1- Aroma de lavanda
En una de mis noches en vela, encontré este consejo en un foro y me llamó la atención porque no es lo que se suele leer. Poner unas gotitas de aroma o aceite de lavanda en la almohada. Uno de los beneficios de esta flor es que ayuda a la relajación, al descenso de la ansiedad y a la conciliación del sueño. Es uno de los productos que se usan en la aromaterapia con este fin y de verdad ayuda a crear un ambiente más confortable durante la noche.
2- Levantarse de la cama
Es importante que asumamos la relación entre la cama y el sueño. La cama debe ser considerada un lugar estrictamente para dormir o, como mucho, para leer o ver la tv antes de dormir, pero no como un lugar horrible en el que damos vueltas y vueltas en mitad de la oscuridad. Cada vez que nos despertemos tenemos que levantarnos. Tomar algo en la cocina, pasear, leer o hacer cualquier actividad hasta que nos vuelva a entrar el sueño, solo en ese momento debemos volver a la cama.
3- Infusiones
Hay muchas infusiones que ayudan a la relajación y a poder dormir. Algunas son mejores que otras, claro. Deben ser de plantas como la melissa, la pasiflora, la amapola, la valeriana... Lo que no aconsejo son las que venden como "duerme bien", porque no parecen tener mucho resultado. Se pueden tomar hasta tres veces al día.
4- Pastillas
No quería descartar esta opción. Entre los remedios para el insomnio se encuentran las pastillas que ayudan a dormir. Yo solo las probé una vez y fueron unas de melatonina que ayudan con el jet lag. Una amiga me las recomendó porque regulan las horas de sueño y siempre he escuchado buenas opiniones sobre la melatonina. Siempre se debe evitar la toma de medicamentos, ya que nuestro cuerpo puede acostumbrarse, pero, si el caso es particularmente difícil, no veo por qué no podemos plantearnos la posibilidad.
5- Música relajante
La música relajante ayuda a conciliar el sueño. ¿Nunca os habéis puesto música para dormir durante un viaje? Pues es lo mismo. Yo, incluso, tuve una temporada en la que no dormía si no era con música. Las mejores canciones son las que se utilizan para cursos de yoga o las que contienen sonidos de animales. Sin embargo, la radio y la televisión es mejor evitarlas porque pueden ser contraproducentes.
6- Evitar las cenas copiosas
Siempre se ha dicho que las cenas deben ser ligeras. En parte para mantener un estilo de vida saludable pero también porque las comidas pesadas nos hacen dormir peor. Pueden provocar dolores, incomodidad o sensación de pesadez en el estómago, además de causar pesadillas. También se deben evitar ciertos alimentos como el café, el chocolate, el alcohol o el té, y cambiarlos por alimentos como el plátano o la leche.
7- Habitación confortable
Tenemos que asegurarnos de que el ambiente de la habitación es lo más óptimo posible. Regular la temperatura, evitar la entrada de luz, alejar los dispositivos electrónicos, evitar los ruidos externos, instalar un humidificador si es necesario... Todas esas cosas nos afectan y es importante que las tengamos en cuenta.
8- Adquirir rutina de sueño
Lo mejor es dormir 8 horas. Ni más ni menos. Si dormimos menos, estaremos con falta de energía durante el día. Si dormimos más, sentiremos tal sopor durante el día que desearemos dormir cada vez más. También es importante acostarse y levantarse siempre a la misma hora. ¡El sueño también se entrena!
9- Asuntos zanjados
Durante el día es importante que terminemos los asuntos que nos hemos propuesto. Actividades, trabajo, relaciones sociales, pensamientos... Esto nos evitará que nuestra mente dé vueltas y vueltas con lo que teníamos que hacer. Necesitamos acostarnos con las ideas claras y con la percepción de que hemos terminado nuestro día y que estamos preparados para uno nuevo con nuevas historias por venir. Esto es, sobre todo, para nuestra salud mental y espiritual.
10- Ducha antes de dormir
Este es un consejo que supongo que todos conocemos. No hay nada mejor al final de un día estresante que una ducha relajante con agua tibia, sobre todo si después de salir nos ponemos el pijama más cómodo y calentito del mundo.