Cómo cultivar y usar el aloe vera
A estas alturas, creo que todos estamos familiarizados con los usos tópicos del aloe. Es un sanador fabuloso para quemaduras, cortes y otras dolencias de la piel, y además tiene propiedades que estimulan la belleza. Gracias a una variedad de vitaminas, minerales y fitonutrientes, el aloe vera es una potencia antiinflamatoria.Pero no es solo tu piel la que obtiene los beneficios. Las propiedades curativas del aloe funcionan tan bien en nuestro interior como en nuestro exterior. Cuando se come, el aloe vera ayuda a la digestión, disminuye la inflamación y promueve la curación del tracto digestivo.
Con un esfuerzo mínimo, el aloe prosperará en la mayoría de los hogares, incluso con poca luz solar y poca agua. Simplemente elige una maceta lo suficientemente grande y un poco de tierra seca y arenosa (como la que comprarías para los cactus) y colócala cerca de una ventana brillante. El sol directo puede quemar las hojas, así que no entres en pánico si tu casa no recibe mucha luz solar. Riégala cada pocas semanas, dejando que se seque completamente entre riegos.
Pero si cultivar la planta no es lo tuyo, por lo general puedes encontrar hojas grandes de aloe en tu tienda local de alimentos saludables. Quitar el gel de las hojas compradas en la tienda es lo mismo que cosecharlo de la planta, así que sigue leyendo para ver cómo se hace:
Si planeas comer el gel, ten cuidado: Las hojas de aloe contienen aloína, una savia de color naranja amarillento que puede causar una diarrea impresionante. Esta savia se produce cerca del tallo, por lo que después de quitar una hoja, deja que la aloína se escurra del extremo y deséchala antes de consumir el gel.
Cómo cosechar el aloe
Implementos
Tijeras o cuchillo afilado
Tabla de cortar
Tarro con tapa
Planta de aloe madura con hojas gruesas
Instrucciones
Elige una hoja grande e inmaculada de una planta de aloe madura.
Dado que la mayoría de los nutrientes se encuentran cerca del tallo, usa un cuchillo afilado o tijeras para cortar la hoja lo más cerca posible del tallo.
Deja que la savia amarilla se escurra de la hoja y deséchala, luego enjuaga la hoja cortada y seca.
Coloca la hoja sobre una superficie plana y usa un cuchillo de sierra para quitar la parte superior de piel. Dale la vuelta a la hoja y quita la parte inferior de piel. Desecha el tallo y la corteza restantes.
Aplica el gel directamente sobre la piel o congélalo y aplícalo sobre la piel inflamada, cortes o heridas. Para comer, puedes agregarlo a batidos, bebidas o aderezos para ensaladas inmediatamente después de la cosecha.
Cómo guardar el gel de aloe vera fresco
En aquellas ocasiones en las que no puedas usar todo el gel inmediatamente, siéntete libre de guardarlo en un frasco en el refrigerador durante 7 a 10 días. Solo ten en cuenta que el aloe se degrada ligeramente con el tiempo, por lo que es mejor usarlo dentro de una semana aproximadamente.Para un almacenamiento a largo plazo, simplemente corta la hoja (con o sin piel) en cubos y congela hasta que esté sólida. Transfiere los trozos a un frasco de vidrio con tapa y guárdalos en el congelador hasta que estén listos para usar.