El aloe vera es una planta muy fácil de cuidar y de tener en casa, ya que apenas necesita agua y un poco de sol. Además, se trata de una planta muy resistente. Como podréis ver en el vídeo, basta con cortar un par de pencas (así se llaman sus hojas), teniendo en cuenta que lo ideal es cortar las que sean más externas, para no debilitar a la planta.
A continuación, deberemos de poner a remojo durante al menos 24 horas las pencas para que éstas liberen la aloína, una sustancia tóxica y que irrita la piel. Una vez hecho esto, podremos proceder a rebanar las pencas.
Cuando las hayamos abierto por la mitad, tal y como os mostramos en el vídeo, extraeremos el gel que porta en su interior, y lo pondremos dentro de un recipiente. Esa misma gelatina podremos aplicarla directamente en nuestra piel. Incluso podemos congelarla, e ir sacándola del congelador cuando la vayamos a utilizar.
Como veréis, un remedio casero con un mínimo coste, y que nos ofrece una manera útil y práctica de realizar nuestra propia cosmética natural en casa. En Maminat nos encanta compartir este tipo de consejos de cosmética ecológica.