Pero el amor en una relación no debería significar que emociones como la rabia o la frustración se expresen de manera incontrolable e insoportables. Manejar la ira y manejar su respuesta a una pareja enojada y con mucha frustración es una habilidad necesaria que puede solventar cualquier situación por más difícil que sea.
Cuando una persona está peleando con su novio o novia, a veces puede sentir la necesidad de dar un golpe a la pared o tomar la decisión de ignorarlo y no decir nada. Guardar silencio puede calmar las cosas por un tiempo, pero es probable que aumente la ansiedad o el enojo de su pareja conforme pasen las horas.
Esto no significa que tenga que sentarse y resolver un problema de forma inmediata. En lugar de alejarte rápidamente del camino de entrada o alejarte de tu pareja por días, considera decirle a tu pareja que necesitas algunas horas para calmarte y poder organizar tu pensamiento.
Concéntrese en administrarse a sí mismo
Cuando alguien a quien amamos está enojado con nosotros, a menudo nos sentimos obligados a apaciguarlo y calmarlo lo más rápido posible para que las cosas no se empeoren. Pero según algunos especialistas está mal este comportamiento, pues no podemos controlar los pensamientos, comportamientos o emociones de nadie; solo tenemos la tarea de administrar los nuestros.
Según los profesionales del área, estar calmado es mucho más efectivo que tratar de calmar a otra persona, y las personas que pueden mantenerse enfocadas en controlar su propia ansiedad y reacciones le dan a la otra persona el espacio suficiente para hacer lo mismo. Entonces, en lugar de decir: ¡Por favor, cálmate!, Intente respirar profundamente y reducir tu propio ritmo cardíaco, esto es lo más sano para los 2.
Recuerda, que es poco probable que lo escuchen si sus palabras y comportamientos encienden la respuesta de miedo en el cerebro de su pareja. Puede parecer crítico enviar un mensaje de texto grosero a tu pareja mientras está en el trabajo o despertarlo en medio de la noche con tus quejas, estos comportamientos no funcionan. Por ello es recomendable hablar siempre con calma y cuando la molestia se haya pasado.