El área del suelo pélvico o periné se encuentra conformada por distintos tejidos blandos que cierran la pelvis por su parte inferior. En el siguiente vídeo te enseñamos cómo tomar consciencia de tu suelo pélvico, de cómo entrar en contacto con tu periné a través de algunos ejercicios.
Entrada en contacto con tu periné o suelo pélvico
Este apartado lo utilizaremos para explicarte paso a paso cómo debes de tomar conciencia de tu suelo pélvico, explicado paso a paso.Para comenzar, siéntate en una silla. Siéntate de forma que ubique tu pelvis en una posición vertical (para ubicarte en esta postura asegúrate de revisar alguno de nuestros vídeos sobre suelo pélvico del canal, para que entiendas cómo es la estructura de la pelvis y cómo puedes alcanzar su verticalidad). Cierra los ojos y respira profundamente; vas a sentir dónde está tu pelvis y dónde y cómo se encuentra el apoyo de los isquiones (sobre todo la separación que existe entre estos apoyos, medida en dedos de tu mano). Ubica tu pubis y tu cóccix e intenta unirlos con una gomita imaginaria junto con los isquiones.
Las gomitas imaginarias están tensas, pero imagina que ellas mismas se ensanchan y permiten que tu cadera aumente su base. Respira profundo y siente qué sucede ahí abajo.
1. Toma de consciencia del periné: inicio
En función de la distancia que hayas determinado que existe entre tus 2 isquiones vas a doblar una toalla o un paño hasta obtener la anchura de la medida. Te sentarás sobre este paño, intentando ubicarlo entre el pubis y el cóccix. Permite que tu cuerpo se adapte a la sensación de estar sobre la toalla, respirando profundo y dejando que caiga el suelo pélvico sobre ella. Seguidamente lo que harás será respirar profundo, llevando el aire hacia la sensación de la toalla, para luego expulsar el aire y una vez más entender qué sensaciones se producen. ¿Sientes lo mismo que cuando no estaba lo toalla o hay alguna otra sensación nueva?
2. Toma de consciencia del periné: intermedio
Pasado este tiempo coloca la lengua detrás de los dientes superiores y expulsa el aire por la boca mientras la lengua opone resistencia al aire que sale. Esto tiene una razón: queremos activar los músculos del periné. Puedes jugar con la intensidad de la expulsión del aire: mientras más fuerte sea la expulsión mayor contracción del suelo pélvico se producirá. Al solicitar mayor contracción o trabajo de la musculatura se hace evidente cómo se mueve el suelo pélvico. ¿Sube o baja? Es importante que seas consciente de qué movimiento realiza, y que realices varias veces este ejercicio para ir despertando poco a poco la musculatura.
3. Toma de consciencia del periné: final
Por último vas a ingresar aire a tu vía respiratoria, pero en cuanto a contracción vas a permitir que el aire sea empujado hacia la toalla. Repetimos varias veces este ejercicio. Al finalizar, quítate la toalla y siente qué es lo que sucede, qué te llama la atención de tu suelo pélvico o periné.
María del Mar Sánchez