Cuando decidimos tener hijos estos pasan a ser nuestra prioridad, el sistema pareja casi desaparece y las opciones de hacer cosas juntos se ven muy reducidas, ¡necesitamos vacaciones! y no vacaciones en familia, si no vacaciones de pareja. Sin embargo, las opciones de unas vacaciones sin niños también son reducidas… ¿Qué podemos hacer entonces?
Para empezar vamos a responder a unas preguntas: ¿Recordáis el inicio de vuestra relación? ¿Qué cosas hacíais juntos? ¿Había algo que fuera especial y que sólo lo hicierais entre vosotros? Seguro que habéis respondido unas cuantas cosas…
Un ritual es una costumbre que se repite de forma invariable en el tiempo y cuya función es reforzar el vínculo de pertenencia de la pareja, estos ritos nos permiten mantener la unión de la pareja dentro del flujo de obligaciones de nuestro día a día. Pero no se trata de hacer cosas juntos como salir con los amigos, sino cosas únicamente entre los miembros de la pareja. Tendemos a asociar lo rutinario a algo negativo que hay que romper, pero os quiero mostrar con un ejemplo lo importantes que son estas rutinas para la pareja:
“Imagina que vas con tu pareja a cenar a un restaurante al que nunca habéis ido con nadie más, lo pasáis genial e ir a ese restaurante alguna que otra vez se convierte en una costumbre ya que es vuestro espacio privado y distendido donde disfrutar el uno del otro (¿Veis que se ha convertido en un ritual?). Ahora imagina que tu pareja ha ido a comer a ese restaurante con un amigo y llega entusiasmada a casa contándote lo bien que lo han pasado… Tú te enfadas y tu pareja no entiende qué te pasa (¿acaso el ir a ese restaurante es tan importante? ¡si hay muchos más por el mundo!). Aquí se ha roto el ritual.”
Alguna vez hemos tenido discusiones de este tipo, “qué más te da que haya ido con fulano o mengana si contigo puedo ir cualquier otro día”. Pues sí, he de deciros que estas discusiones se asientan en algo muy frágil como que se rompe la intimidad de la pareja. Es algo especial que hacemos con nuestra pareja y compartir ese espacio privado con otro, aunque parezca una tontería, supone romper esa importancia, romper la identidad de la pareja respecto a los demás, nos permite reconocernos como algo diferente y con ciertos privilegios.
¿Si ya no tenemos un ritual, qué hacemos?
Recuperar antiguos rituales, para esto podéis responder a las preguntas iniciales que os he planteado y escoger algo que hacíais en aquel entonces. También se puede crear uno nuevo, pensar en qué cosas os gustan y aplicad alguna, no somos seres estáticos, nuestros gustos cambian con el tiempo y podemos tener nuevos hobbies o rutinas.
Algunos ejemplos:
– Tomar café fuera de casa.
– Ir al teatro los viernes por la noche.
– Ir a la librería en la que nos conocimos y ojear los libros que nos gustan.
-Salir a correr juntos.
La recuperación de rituales es un tema que se trata en terapia de pareja y esta entrada es una pequeña aproximación. A veces nos encontramos con que no tenemos ya rituales o ni siquiera recordamos qué era especial entre nosotros, esta es una de las opciones para asistir a terapia de pareja.
Si este fuera vuestro caso, no dudéis en contactar conmigo. http://metapsy.org/contacto/
Nota: Os dejo un link donde podéis ampliar información :)
El círculo de confianza: La pareja
¡MANOS A LA OBRA! :)
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