Además de estas preguntas, el médico llevará a cabo un examen pélvico. Durante el examen, el médico observará el aspecto de la mucosa vaginal y el cuello uterino. También realizará un examen manual de los ovarios y el útero. El cuello del útero se examina en busca de sensibilidad, lo que podría indicar una infección más grave. El médico puede tomar muestras para comprobar la clamidia o gonorrea.
Examinar el flujo vaginal bajo el microscopio puede ayudar a distinguir la vaginosis bacteriana y la vaginitis por hongos (candidiasis vaginal, candidiasis) y tricomoniasis (un tipo de infección de transmisión sexual). Un signo de la vaginosis bacteriana en el microscopio es una célula vaginal llamada célula pista. Además de células pista, las mujeres con vaginosis bacteriana tienen menos bacterias vaginales normales, llamados lactobacilos. Un pH vaginal superior a 4,5 también es sugestivo de la vaginosis bacteriana. Los cultivos de bacterias generalmente no son útiles para establecer el diagnóstico de la vaginosis bacteriana.
Por último, el médico puede realizar una “prueba de olor” con hidróxido de potasio (KOH) líquido. Cuando una gota de líquido KOH hace contacto con una gota de la descarga de una mujer con vaginosis bacteriana, puede dar lugar a un cierto olor a pescado.
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