El sexo y la vaginosis bacteriana
Aunque la vaginosis bacteriana no es una enfermedad de transmisión sexual, los métodos de prevención de la enfermedad a menudo se centran en los comportamientos sexuales. Si tienes una nueva pareja sexual o participas en relaciones sexuales con múltiples parejas, tienes una mayor probabilidad de desarrollar la vaginosis. Las bacterias y la flora de tus diferentes parejas sexuales tienen el potencial de alterar las bacterias que normalmente se encuentran en tu vagina. Los cambios en la vida sexual que ayudan a prevenir la vaginosis bacteriana incluyen:
? Participar en una relación monógama
? El uso de condones de látex en forma estable
? Aunque las mujeres célibes pueden desarrollar la enfermedad, la abstención de relaciones sexuales también puede ayudar a prevenir la vaginosis bacteriana.
Las duchas vaginales y la vaginosis bacteriana
Cuando los niveles de pH en la región vaginal cambian, la posibilidad de desarrollar vaginosis bacteriana aumenta. Estos cambios en el pH pueden crear un ambiente que permita el sobre-crecimiento de las bacterias “perjudiciales”. Dado que las duchas vaginales no sólo limpian el cuerpo de fluidos y sustancias no deseadas, sino que pueden cambiar los niveles de pH y reducir la cantidad de bacterias ‘buenas’, no son recomendables. Las duchas vaginales también están relacionada con el aumento de las posibilidades de sufrir vaginosis bacteriana crónica.
La ropa y la vaginosis bacteriana
El exceso de humedad en la región vaginal puede conducir a la vaginosis bacteriana, lo que significa que no usar ciertos tipos de ropa puede evitar que la enfermedad se desarrolle. La ropa demasiado ajustada crea un ambiente ideal para que las bacterias no deseadas proliferen. Por tanto, evita las fibras sintéticas que normalmente quedan ajustadas al cuerpo y recogen el sudor. Elige prendas “sueltas” y ropa interior de algodón para permitir el paso del aire.
Los químicos y productos irritantes
Las sustancias químicas que se encuentran en muchos productos de higiene populares pueden causar irritación en la región vaginal. Algunos irritantes pueden alterar el equilibrio ácido de la vagina, por ejemplo los baños de burbujas, jabones fuertes, detergentes perfumados para la ropa, el papel higiénico perfumado, los aerosoles de higiene femenina, perfumes, tampones perfumados y algunos espermicidas.
Las bacterias rectales y la vaginosis bacteriana
La bacteria dañina E. coli que habita en el recto pueda entrar en contacto con la vagina. Para prevenir una infección de vaginosis bacteriana asociada con bacterias rectales, evita limpiar la zona íntima de atrás hacia adelante después de ir al baño.