Para que tal proceso pueda llevarse a cabo, la sangre está conformada por componentes procoagulativos y anticoagulativos y ambos estás en equilibrio. No obstante, ese proceso a veces puede fallar, ya que hay casos en donde la sangre se coagula cuando está circulando lo que conlleva a la formación de un trombo, éste no permite la circulación de la sangre y por consiguiente da lugar a la trombosis venosa.
Los trombos pueden desarrollar en las arterias y en las venas, aunque lo más usual es que se presenten en los vasos de las venas, específicamente en las venas que se encuentran en las piernas.
Esto se debe a que la sangre de las venas recolecta sustancias de desecho de los órganos del cuerpo y posee una baja cantidad de oxígeno y esto incrementa la posibilidad de que se lleve a cabo la coagulación, además las venas de las extremidades inferiores están en la parte más baja del cuerpo y por lo tanto se le complica a la sangre subir hasta el corazón por lo que puede quedarse estancada, y esto es otro factor que hace más fácil que la misma se coagule.
Las causas de la trombosis venosa
Traumatismo: Romperse algún hueso o ligamento de las piernas conlleva a que la movilidad de éstas se limite. Por ende, es bastante usual que luego de que una persona se somete a una intervención quirúrgica se le asigne un tratamiento anticoagulante.
Cáncer: Hay determinados tipos de cáncer que puede incrementar la cantidad de componentes procoagulantes de la sangre, y esto hace que sea mayor el riesgo de padecer de trombosis venosa en las piernas. En ocasiones puede que el cáncer no sea el causante de esto sino el tratamiento del cáncer en sí.
Hipercoagulabilidad congénita: Esto significa que las personas genéticamente pueden heredar que su sangre tenga mayor facilidad de coagulación en comparación con otras personas. Las alteraciones a nivel congénito que son más comunes son el déficit de factor V de Leiden y que haya anticuerpos de anticardiolipina. En este tipo de casos, la persona debe aplicarse tratamientos que no permitan que la sangre se coagule excesivamente.
Fármacos: Determinados medicamentos tienes componentes que facilitan que la sangre se coagule, entre estos se encuentran los diuréticos y los anticonceptivos vía oral. No obstante, cuando los medicamentos son indicados por un especialista no hay de qué preocuparse ya que es seguro su consumo.
Insuficiencia cardiaca: Cuando el corazón no funciona correctamente conlleva a que la sangre de las venas no pueda recogerse de forma fácil por el mismo y como consecuencia la sangre queda estancada en otros órganos del cuerpo, como el hígado, las piernas o los pulmones.
Obesidad: Por lo general la obesidad tiene una relación directa con un estilo de vida sedentario, lo que produce éxtasis venoso. Asimismo, las personas obesas tienden a tener alteraciones a nivel endocrino y esto da como resultado una activación de diversas sustancias inflamatorias y procoagulantes de la sangre, incrementando así la posibilidad de padecer de trombosis venosa.
La trombosis venosa en la tercera edad
La probabilidad de desarrollar trombosis venosa es mucho mayor en los adultos mayores. El envejecimiento contribuye en el aumento del riesgo de que se formen trombos en las venas de las extremidades inferiores, los cuales se pueden extender hasta el corazón y de ahí desprenderse y ocasionar una embolia pulmonar.Mientras va aumentando la edad, mayor será la gravedad de la trombosis venosa. Por ende, la trombosis será más extensa y es posible que la misma se presente en forma de embolia pulmonar, y tales embolias son de más gravedad en comparación de las embolias en personas jóvenes.
En las personas de la tercera edad, lo que incrementa en sí el riesgo de padecer de trombosis venosa es el estar inmóvil por tiempos prolongados, y esto puede ocurrir por distintos motivos, ya sea por disminución de la fuerza, generación osteoarticular, e inclusive también por demencia.
Los adultos mayores con trombosis venosa también suelen presentar enfermedades crónicas relacionadas, que a la vez dificultan el momento de diagnosticar la trombosis venosa, por esto es que puede suceder que los síntomas se malinterpreten, sean confundidos y como la el problema no se trata como es debido, solo comienza a empeorar.
Consejos para evitar la trombosis venosa
Ocasionalmente cuando estés haciendo algo por tiempo prolongado, detente un momento, levanta tus piernas alrededor de 15 cm. y estíralas; también debes hacerlo si las llegas a sentir con hinchazón pesadez.
Conserva un peso saludable de tu cuerpo.
Al viajar en auto, sobre todo cuando los viajes son largos, haz algunas paradas para que así puedas caminar y estirar tus piernas. En caso de que viajes en tres o avión, igual procura levantarte y caminar siempre que sea posible.
Cuando no tengas la posibilidad de ponerte de pie, entonces haz movimientos con los dedos de los pies y haz tensión en las pantorrillas para que así la sangre pueda circularse.
No utilices ropa que te quede ajustada, la ropa que uses, específicamente las medias deben quedarte holgada para que no perjudique la circulación de la sangre.
Haz ejercicio regularmente, preferiblemente los que les indique su especialista, aunque caminar diariamente es bastante efectivo para la circulación de la sangre.
No estés ni sentado ni parado por un tiempo mayor a 1 hora continua.
Disminuye el consumo de sal, en su lugar utiliza especias para que le den sabor a la comida que prepares.
Procura no cruzar las piernas al sentarse y no lastimártelas ni recibir golpes en ellas.
No coloques almohadas por debajo de tus rodillas.