Hoy día tienen a su alcance tentaciones constantes (chucherias, bollería industrial, refrescos,...) Los niños que les rodean en el cole, en el parque,...comen todos esos productos nada deseables, los otros niños se los ofrecen, l@s abuel@s les recompensan con "chuches"... los niños que comen saludablemente nadan contracorriente. Es una misión difícil,..., pero no imposible
Nuestras preferencias a la hora de escoger los alimentos empiezan a aparecer desde una edad temprana, por lo que logar que tus hijos coman alimentos saludables puede ayudarlos a mantenerse sanos durante toda su vida.
Si quieres que tus hij@s se alimenten correctamente es importante:
Dar ejemplo. Si quieres que tu hij@ se alimente correctamente, lo primero es dar ejemplo tu mism@ ya que aprende de lo que ve. Si hay algún alimento que no comes, va a ser difícil que tu hij@ lo coma. Los niñ@s tienden a asumir como normal aquello que ven en casa y luego a partir de lo que aprenden en casa, crearán sus propios hábitos.
Evita comprar alimentos que no quieres que coma. Muchos armarios están repletos de bollería industrial, patatas fritas, refrescos,... No es muy coherente prohibirle comer alimentos que tienes en la despensa. Si son malos ¿porqué los tienes?
Comparte la cocina con tus hij@s, es importante cocinar con ellos, déjales que se manchen y que experimenten con los ingredientes y los sabores.
Catherine Shehan, directora de un grupo de investigación del departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU), acaba de presentar en la reunión anual de la Sociedad para el Estudio del Comportamiento Ingestivo en Seattle (Washington) un estudio en el que se demuestra que los niños que ven a sus padres cocinar durante más tiempo en casa toman decisiones más saludables a la hora de escoger sus propios alimentos, incluso aunque se encuentren solos (sin la supervisión de sus padres)
Para llevar a cabo este estudio analizaron el comportamiento de 61 niños de entre cuatro y seis años. Cada familia del estudio participó en dos visitas al laboratorio donde se hizo el trabajo. Allí, los niños podían elegir para comer entre una amplia variedad de productos, desde alimentos muy calóricos como nuggets de pollo o galletas de chocolate a alimentos más sanos como frutas o verduras. Los peques degustaron y calificaron cuánto les apeteció una variedad de alimentos a los que tuvieron acceso ilimitado, sin recibir instrucciones de ningún adulto, y comiendo tanto (o tan poco) de cada cosa como desearan.
Entretanto, en una habitación aparte, sus padres rellenaban un cuestionario sobre diferentes tópicos nutricionales, el ambiente que existe en la casa respecto de los alimentos, las preferencias y hábitos de comidas del niño, el nivel socioeconómico de la familia y el tiempo que dedicaban a cocinar en casa.
Cuando analizaron las elecciones de cada uno de los 61 niñ@s, observaron que, independientemente del nivel socioeconómico de la familia, aquéllos cuyas familias dedicaban más tiempo a la cocina en casa (hasta 16 horas a la semana), frente a los que apenas dedicaban tiempo, habían escogido alimentos menos calóricos.
Como puedes observar es superimportante que tus hijos entren en la cocina desde muy pequeños, que te vean cocinar, te ayuden y participen en la preparación de la comida (obviamente dentro de sus posibilidades). No sólo les hará disfrutar, aprender y pasar un rato agradable contigo, sino que será clave en la adquisición de hábitos alimenticios saludables.