Hace algunos años que me matriculé en un curso básico de aromaterapia. En un fin de semana descubrí productos que eran para mí desconocidos, y por aquel entonces, para casi todos.
El aceite de árbol del té o el de rosa mosqueta fueron algunos de esos sorprendentes y maravillosos hallazgos. Usos y propiedades muy valiosos, y perfectos para un cuidado de la piel más natural y libre de productos químicos. Hoy por hoy resulta que muchos de esos aceites desconocidos son un reclamo publicitario más para las grandes marcas de cosmética.
No te engañes, el uso de estos aceites en productos de gran consumo resulta caro y su presencia en ellos es prácticamente testimonial.
Ya hablamos en nuestra entrada "Ingredientes cosméticos bajo sospecha" de todos esos aditivos e ingredientes que hacen que los geles, cremas etc… sean realmente baratos de producir y generalmente poco respetuosos con nuestra salud y nuestra piel.
Existe una normativa europea que obliga a las empresas a indicar todos los ingredientes de sus productos de una determinada manera y con una nomenclatura específica. Es lo que se conoce como INCI,- o lo que viene a ser en español Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos.-
Me atrevería a apostar una cena a que si tomas cualquier producto de tu cuarto de baño y revisas el INCI encontrarás que cuando, por ejemplo, pone con grandes letras en la etiqueta "CON ACEITE DE ARGÁN" su nombre INCI "Argania Spinosa Kernel Oil" en el listado de ingredientes está de la mitad hacia abajo; lo que significa que la cantidad que se usa es muy pequeña. En las primeras posiciones casi con seguridad encontrarás : "Paraffinum Liquidum" ? aceite derivado del petróleo muy barato, da apariencia de suavidad e hidratación a la piel pero, en realidad, impide que respire y tapona los poros. También encontrarás un buen dolor de cabeza, es imposible entender y desenredar semejante madeja de nombres extraños e imposibles de leer.
Si ya tienes la manía de los productos bio habrás comprobado que el listado de ingredientes de cualquier producto es más corto, se entiende bastante bien y además la materia prima por la que te lo venden está generalmente en las 3 o 4 primeras posiciones de la lista.
Esta es la formulación de un aceite corporal de rosa mosqueta de la marca alemana Weleda:
Simmondsia Chinensis (Jojoba) Seed Oil, Prunus Amygdalus Dulcis (Sweet Almond) Oil, Rosa Moschata Seed Oil, Rosa Damascena Flower Oil, Fragrance (Parfum)*, Limonene*, Linalool*, Citronellol*, Benzyl Alcohol*, Geraniol*, Citral*, Eugenol*, Farnesol*. * de aceites esenciales naturales. No hay rastro de aceites minerales, el aceite de jojoba es el ingrediente principal y el aceite de rosa mosqueta es el tercero de la lista.
El rico aceite de rosa mosqueta:
“Illustration Rosa majalis0″. Licensed under Public domain via Wikimedia Commons -
¿Por qué es tan interesante el aceite de rosa mosqueta? el aceite se extrae de la semilla ( el escaramujo) de la planta. Enumeramos sus principales características:
Tiene una excepcional riqueza en Ácidos grasos esenciales (AGE), de más del 80% de su composición: ácido linoleico 41% (es un tipo de omega 6), ácido linolénico 39%(omega 3) y oleico 16%.( el del aceite de oliva)
Los AGE son fundamentales en muchos procesos bioquímicos del organismo y en todos aquellos que tienen que ver con la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular.
Existen estudios sobre su uso y propiedades, aunque no demasiado exhaustivos. Las pruebas demuestran que por vía externa es altamente regenerador y reparador de la piel, su uso continuado en estado puro, en caso de cicatrices, estrías o quemaduras recientes; disminuye su apariencia.
Hay estudios realizados sobre úlceras cutáneas y heridas post quirúrgicas donde se observó una considerable mejoría en el aspecto de las mismas en los pacientes tratados con este aceite respecto al grupo de control que no lo usó.
Hay un estudio de la Facultad de Química y Farmacología de la Universidad de la Concepción en Chile, realizado sobre 200 personas (el mayor que se ha hecho y el primero que dió a conocer sus propiedades) del que se deriva que además de atenuar cicatrices hace lo propio con las arrugas y rejuvenece la piel.
Su Ph ,similar al de la piel, es 5´1, lo que hace que se absorba muy rápidamente y que actúe, no sólo, en las capas superiores de la piel, sino que penetre hasta las capas más profundas activando la formación de colágeno y elastina. Procurando firmeza y elasticidad.
Su uso está desaconsejado en aquellas pieles muy grasas o con tendencia a serlo. Por tanto no se debe utilizar generalmente en pieles acnéicas, aunque sí podría usarse para tratar las cicatrices del acné cuando la piel haya equilibrado los niveles de sebo.
Hasta aquí los datos que están contrastados y basados en estudios serios, a partir de aquí tus conclusiones.
Si tuviera que exponerte las mías te diría:
Si pasas de los treinta este aceite es para ti, úsalo puro sobre el rostro y duerme con él.
Si tienes estrías o cicatrices recientes úsalo de forma continuada sobre ellas.
No hay estudios que nos digan que es bueno durante el embarazo para la prevención de estrías, pero si usas aceite puro de procedencia ecológica, mal no te va a ir.
Usalo sobre todo el cuerpo de vez en cuando para un tratamiento de choque que nos proporcionará un extra de firmeza y nutrición para la piel.
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Foto destacada: By Alastair Rae from London, United Kingdom (Sweet Brier) [CC-BY-SA-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons
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