¿Cómo puedes aprender a decir no sin sentirte mal por ello?
No eres el salvador de nadie
Cuando una persona se siente mal al decir que no a una petición externa se comporta en parte como si fuese salvadora de ese alguien. Tú eres dueño y responsable de tu felicidad, sin embargo, no está en tu mano satisfacer todas las necesidades ajenas. Existen personas que aceptan compromisos que no quieren asumir en realidad pero luego se sienten mal al hacerlo.
La libertad en las relaciones personales
El poder de la libertad personal en las relaciones es fundamental para no caer en vínculos de dependencia o relaciones tóxicas. Al igual que tú eres libre para decir que no a otra persona, el otro también es libre de rechazar una petición tuya.
Afronta el sentimiento de malestar
Para aprender a decir que no, no hay nada mejor que la práctica que es la principal escuela de la experiencia. En ese caso, es fundamental asumir el malestar que surge de decir que no a otra persona, con el objetivo de darte cuenta de que realmente no pasa nada grave por dar el salto de rechazar una petición.
Asume las consecuencias
Toda decisión personal tiene unas consecuencias y es un acto de madurez muy importante asumir esas consecuencias para poder crecer y avanzar como persona. Cuando dices que no a un amigo, por ejemplo, tienes que aceptar que puede que tu respuesta no le siente bien. Pero mientras tú te sientas tranquilo con tus acciones eso es lo verdaderamente importante.
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