La meditación amplia de forma infinita todo el campo de posibilidades y, no sólo eso, sino que además la persona se da cuenta de qué es lo que realmente desea, o lo que no desea.
No acalles lo que sientas, lo que veas, lo que recibas a través de la meditación. No permitas que tu mente te diga que es imposible; bien al contrario, ponlo como prioritario, siendo un objetivo general sobre el que deseas trabajar, aunque ello rompa todos tus esquemas previos, porque realmente es lo que, desde el fondo de tu Ser has sentido que deseas, que necesitas, que es.
Si te atreves conscientemente a romper con tu programación, comprobarás que tus capacidades y tus posibilidades se multiplican por infinito.
No es fácil, los cambios de estructura mental nunca lo son, pero el premio es una vida plena, consciente, satisfactoria, alegre? Lo que tú desees.
Y recuerda, esto es un camino, nadie se gradúa en un día, ni en una semana, pero si meditas un rato cada día, pronto notarás que el conocimiento, que tu certeza, tu seguridad y paz es cada vez mayor.