Todos queremos mejorar en algo. Nos gustaría ser más rubios, más morenos, más altos, más bajos, más delgados, más gruesos, más sociables, más seguros de nosotros mismos, más atrevidos, más precavidos, mas impulsivos, mas reflexivos, etc… ¡Da igual! Todos en mayor o menor medida queremos ser algo que no somos.
Y querer mejorar es algo estupendo. Si siempre nos conformáramos con los que tenemos y con lo que somos sería difícil avanzar en la vida y evolucionar como personas.
De echo uno de los objetivos de este blog es ayudarte a mejorar y ser cada vez una mejor versión de ti mismo.
A lo largo de nuestra vida estamos continuamente viviendo experiencias y cambios que si integramos de manera de adecuada, siempre pueden servirnos como aprendizaje y como mejora a nivel personal.
Sin embargo el afán de mejorar debe ser sano y aunque parezca paradójico uno de sus principales componentes debe ser la auto-aceptación.
No todo se puede cambiar. Y no siempre compensa asumir los costes de cambiar algo.
Por ejemplo: ¿Merece la pena pasar por quirófano para tener unos pechos más grandes o una nariz mas pequeña? ¿O merece la pena pasarnos toda la vida a dieta para no superar los 50 kg? Por supuesto son decisiones personales y no es que este en contra de las dietas o de la cirugía estética, lo que quiero decir es que hay veces que cambiar algo supone un coste muy grande para quizás obtener una satisfacción no tan grande.
La perfección es la enfermedad de una nación. Superponemos nuestras caras con toneladas de maquillaje. Recibimos Botox e incluso pasamos hambre para llegar a ese “tamaño perfecto” Trataremos de arreglar algo pero no se puede arreglar lo que no se puede ver. Es el alma la que necesita la cirugía.
Considero que para que un cambio suponga realmente un beneficio en nuestra vida debe partir de la auto aceptación, no del rechazo. Acepto que la situación es como es y a partir de ahí veo en qué puedo mejorarla; sino corremos el riesgo de usar métodos precipitados o poco saludables para cambiar la situación, corriendo el riesgo de que lejos de mejorarla, aumente todavía aúin mas el problema.
Pautas para aceptarte a ti mismo y superar tus complejos.
Aún no conozco ninguna persona que no tenga ningún defecto, tampoco conozco ninguna que no posea ninguna virtud.
La diferencia es que algunas personas ponen un peso enorme en sus defectos y pasan por alto sus virtudes (Si, el caso opuesto también sería un problema)
Así que vamos a ver algunas pautas que espero que puedan ayudarte a aceptarte a ti mismo y superar tus complejos, de manera que si a partir de ahí quieres cambiar algo en ti mismo o en tu vida sea siempre para mejorar y no para huir de tu propia persona (cosa que por más que lo intentemos no lograremos hacer nunca)
1. Mírate al espejo.
¿Hace cuanto que no te miras al espejo? Y no estoy hablando de comprobar si vas bien peinado, si te levantaste con buena cara o si se te corrió el maquillaje. Estoy hablando de mirarte, de encontrarte contigo mismo y de describirte sin juzgarte.
¡Haz la prueba! Mirate al espejo durante un rato largo, simplemente observándote a ti mismo y describiendo lo que ves (Por ejemplo: sustituyendo veo unos nariz horrible, por veo una nariz grande y que también es un poco ancha). Se trata de describir la realidad, sin hacer ninguna interpretación de ella. Si sientes ansiedad haciendo este ejercicio mantente realizándolo hasta que esta ansiedad haya desaparecido o al menos haya disminuido notablemente.
Veras como poco a poco logras hacer las paces contigo mismo. Es difícil realizar este ejercicio sin emitir ningún juicio de valor, pero con la practica terminaras consiguiéndolo.
2. Cuida tu dialogo interno.
¿Cómo te hablas ti mismo? ¿Qué cosas dices de ti? ¿Crees que te tratas con respeto? ¿Eres justo contigo mismo?
Estoy segura que en más de una ocasión has mantenido diálogos negativos contigo mismo (todos lo hemos hecho alguna vez), te has insultado, te has despreciado y te has culpabilizado por cómo eres o por cómo haces las cosas. Déjame decirte, que sí tú no te respetas a ti mismo, los demás tampoco lo harán.
Te recomiendo echarle un vistazo a este artículo: Hablemos de autoestima… ¿Cómo mejorar tu voz crítica?
¿Qué pensarías si ves a una persona diciéndole a otra todo aquello que te dices a ti mismo?
Te propongo que a partir de ahora prestes atención a ti dialogo interno, dejes de despreciarte y te trates a ti mismo como una persona válida con sus defectos y sus virtudes.
3. Fíjate cada día en 3 cosas que haces bien o que te gustan de ti.
A veces tenemos el foco puesto en todas aquellas cosas que hacemos mal o que no nos gustan de nosotros, pasando por alto que también tenemos muchas cosas buenas y de las que debemos sentirnos orgullosos.
Así que te aconsejo que a partir de ahora cada día dediques unos minutos a pesar acerca de 3 cosas que te gustaron de ti ese día. Puede ser cualquier cosa: te viste estupendo en el espejo, crees que hiciste muy bien un informe, ayudaste a alguien, te sentaba muy bien esa camisa, te sentiste a gusto dando una charla. ¡Lo qué sea!
Si haces este ejercicio de manera regular verás como cada vez te encuentras más a gusto contigo mismo.
4. Nunca evites hacer algo por tus complejos.
Los valientes no son los que no sienten miedo si no los que a pesar de sentir miedo, siguen adelante.
Si permites que tus complejos hagan que evites afrontar determinadas situaciones les estarás otorgando una función positiva que hará mas difícil que estos desaparezcan. Seguramente te estarás preguntando que función positiva puede cumplir un complejo, así que vamos a poner un ejemplo para entendernos mejor: Imagina una chica que ha sufrido abusos en su infancia y tiene un miedo terrible a tener relaciones sexuales, si esta chica se siente a disgusto con su cuerpo tendrá la escusa perfecta para no tener que acercarse a ningún hombre.
Por supuesto los ejemplos no siempre son tan claros y la función que puede estar cumpliendo un complejo no siempre es tan obvia. Pero si aceptas tus inseguridades y tus complejos y no permites que estos te impidan afrontar determinadas situaciones, te aseguro que poco a poco veras como van pasando a un segundo plano, difuminándose e incluso desapareciendo por completo.
5. Actúa como piensas o acabarás pensando como actúas.
Seguro que has oído alguna vez esta frase ¿Verdad? Si no actúas según tus principios estarás en disonancia contigo mismo y tus principios acabaran cambiando.
En este caso utilizaremos esta afirmación para causar el efecto contrario: Actúa como no piensas para acabar pensando de otra manera.
Actúa como si no tuvieras complejos, como si fueras una persona segura de ti misma, como si te valoraras y te aceptaras y veras como terminaras siendo así y pensando como tal.
No esperes a que tus complejos desaparezcan para actuar, actúa y tus complejos desaparecerán.
¡Ahora es tu turno!
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Añadirías alguna pauta para auto-aceptarnos y superar los complejos? ¿Estas de acuerdo en que la aceptación el cambio son dos caras de la mima moneda? ¿Quieres compartir alguna experiencia personal?
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