Y es que vivimos inmersos en una sociedad de culto a la imagen. Constantemente se nos imponen nuevos cánones de belleza, de manera que ¿quién no ha tenido alguna vez uno o varios complejos provocados por algún aspecto de nuestro físico?
Pero démonos cuenta de esto: esos cánones a veces son tan efímeros y cambiantes que la batalla está perdida de antemano. Si ahora se llevan las rubias exuberantes y los chicos musculosos, podemos estar a la moda ahora pero... ¿y cuando se vuelva a llevar la delgadez extrema?
Seamos realistas: nunca estaremos a la altura, porque es sencillamente imposible. Los publicistas y diseñadores pueden renovar a sus modelos cada temporada, pero nosotros somos siempre la misma persona, con que
seamos nosotros mismos, busquemos lo auténtico
Y por si esta reflexión no te basta, aquí tienes además unos consejos:
1º.- Nunca tires piedras contra tu propio tejado.
Si eres el primero en hablar mal de ti mismo ¿qué crees que van a hacer los demás?
2º.- Conócete y quiérete, por supuesto.
Si tienes complejos, la lista de tus defectos te la sabrás de memoria ¿no? De manera que lo que te falta es hacer la lista de tus cualidades, de tus mejores recursos.
3º.- Acéptate.
Repasa esa lista y repítela mentalmente. Piensa en esas cualidades con la misma frecuencia con que te fijas en tus defectos: dales la misma importancia que a tus complejos.
4º.- Además de valorar tu físico, saca a la luz lo mejor de tu forma de ser.
Piensa en qué aspectos de tu carácter pueden compensar que quizá no tengas un físico espectacular ¿A cuántos famosos conoces que sin ser excesivamente agraciados físicamente, se llevan a todo el mundo de calle?
Piensa en qué es lo que los hace tan atractivos, tan populares?
5º.- Relájate.
Aprende técnicas para desenvolverte mejor entre la gente, para ganar confianza, para perder el miedo a esa supuesta "evaluación continua".
Aprende a comportarte con lo más importante: la naturalidad.
Y por último,
6º.- Deja de compararte.
Tanto si es para creerte peor como si es para creerte mejor. Por supuesto es un error creer que los demás son siempre mejores en todo: todos tenemos cualidades y defectos, de lo que se trata es de que el conjunto final quede compensado y sobre todo que sea auténtico.
Hemos de tener siempre presente que una de las pocas cosas realmente imposibles en esta vida es satisfacer y gustar a todo el mundo por igual, de manera que debemos perder el miedo a "el qué dirán"
¿Ya has comprobado hasta qué punto te preocupa a ti "el qué dirán"? Compruébalo con este test que publicábamos en un post anterior (ir al test)
ilustración creada por Adarve Photocollage, retoque fotográfico
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
No te pierdas ninguna de nuestras publicaciones
Suscríbete y recíbelas en tu eMail