¿Qué es el coltán?
El coltán es un mineral que se halla en muy pocos lugares de la tierra, tiene un color gris metálico oscuro y es una mezcla de los minerales columbita y tantalita. El 80% de las reservas mundiales de coltán se encuentran en la República Democrática del Congo.
De la mezcla de estos minerales se extrae el niobio y el tantalio, los cuales son esenciales para la electrónica moderna. Veamos por qué resultan tan necesarios estos dos minerales que componen el coltán .
El tantalio es un metal de transición muy resistente a la corrosión e inerte, es tremendamente valorado como sustituto del platino. Aunque su auge llegaría junto a la telefonía móvil, con la creación de condensadores electrolíticos de tantalio, ya que con ellos es posible conseguir una mayor capacidad de almacenamiento de carga eléctrica, en un espacio mucho menor del que se necesitaría con otros materiales.
El niobio es un metal de transición muy similar al tantalio pero algo más ligero. Solo una pequeña parte es utilizada en electrónica, aunque está bastante cotizado al tratarse de un material superconductor.
Lo cierto es que los dispositivos electrónicos podrían funcionar con condensadores electrolíticos normales, sin embargo sin el tantalio no sería posible la miniaturización de ellos. Por eso actualmente es un recurso imprescindible en la fabricación de muchos componentes, o aparatos que cada vez precisan ser más pequeños.
Que la República Democrática del Congo tenga el 80% de las reservas mundiales de coltán lleva siendo motivo de conflicto desde el año 1998. Una guerra relacionada directamente con la explotación de este recurso no renovable, está planteando un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Pues la explotación de este recurso está financiando directamente revueltas armadas, las cuales están dejando un desolador paisaje de muertos y se está esclavizando al trabajador explotándolo laboralmente en condiciones inhumanas.
Personalmente creo que una de las pocas formas de parar este conflicto, sería prohibir totalmente las exportaciones de coltán realizadas por El Congo y hacer un fuerte seguimiento al contrabando que se pueda originar. Algo que quizás sea complicado en la práctica, pero me parece mucho más factible que proponer la no utilización del mineral coltán, ya que en una era consumista como la nuestra, parece impensable no cubrir las necesidades del consumidor, aunque ello cueste la vida de otras personas...