Ocurre a veces que la persona no sabe ni lo que quiere. Es entonces cuando las dudas emergen, la incertidumbre y la insatisfacción personal. Por ello, los protocolos y modos de actuación genéricos no siempre son válidos y hay que estudiar no sólo los aspectos profesionales, sino también el factor humano, para tratar de hacer emerger las necesidades verdaderas cualidades y necesidades “ocultas” tras de la persona.
¿Qué es el Coaching Holístico?
El Coaching holístico supone contemplar al individuo en su conjunto; es decir a nivel: físico, mental, emocional y espiritual para favoerecer la consecución de sus metas y realización personal.
Hay una premisa o algo en lo que personalmente creo firmemente y que se puede resumir en unas pocas palabras “Elige la vocación que te permita dejar de trabajar por el resto de tu vida” Es decir ama lo que hagas. Gran parte de las veces ni siquiera sabemos qué es eso que nos hace tan felices. Quizás parte de la clave del éxito está primero en aprender de nuestros errores “Un error no es un fracaso. Es una indicación para hacer algo diferente” y en segundo lugar de salirnos de la zona de confort “Si continúas haciendo lo q siempre has hecho, no llegarás más allá de donde siempre has llegado” El Coaching pone sobre la bandeja algunas herramientas para ayudar a encontrar ese esperado camino, pero eso sí; la solución siempre va a estar en tí.
Pero volviendo al tema de la felicidad pienso que depende de otros factores más allá de las metas personales, porque sencillamente siempre queremos más…o ¿A caso el alpinista se conforma cuando ha llegado a la cima de una montaña? Añado, que nuestro día a día, puede contener algunas dificultades u obstáculos; muchas veces, son más juicios de valor propios de la mente analítica: una interpretación de una conversación, un mal día en el trabajo, un amor frustrado, etc. Esto nos hace estar deseando permanentemente más y más, tratando de llenar una botella que es insaciable. Por este motivo, también es importante cuidar la mente día a día, de igual manera que cepillamos nuestros dientes, debemos dedicarnos periódicamente un momento para fortalecerla, controlarla y dirigirla para conseguir esa ansiada paz interior. Creo que todos debemos hacerlo de forma constante, porque en el momento que se descuida nos podemos volver más vulnerables. ¡Te animo a ponerte con ello! En este blog he venido procurando dar algunos recursos para ello y aunque a veces necesitemos una orientación o un impulso de fuera, la clave y la respuesta está en ti.
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