Coaching: claves para entender en qué consiste

En los últimos tiempos el Coaching está teniendo un gran auge y parece que el término se ha puesto de moda. Probablemente lo oirás y lo leerás continuamente en la televisión, en prensa, en publicidad, etc por lo que te resultará muy familiar.

Pero si te preguntara en qué consiste el Coaching, ¿sabrías responderme?

Seguro que la mayor parte de vosotros no podría definirlo, o la contestación sería (como ya he escuchado alguna vez): “eso es algo parecido a un psicólogo”.  Y no, no tiene nada que ver.

Es por eso que en este artículo voy a intentar que quede claro, que es y qué NO es el Coaching, así como alguna de las herramientas que utiliza.

¿Qué es el coaching y para qué sirve?

Como probablemente la mayoría de vosotros ya sabréis, COACHING es una palabra inglesa que significa literalmente “entrenamiento”. Seguro que también habéis oído hablar de términos como COACH (el “entrenador”) y COACHEE (la persona “entrenada”).

El coaching es, en esencia, un catalizador, un acelerador de procesos. A través de una relación profesional continuada que se establece entre las dos partes, el coach ayuda a su cliente a encontrar y desarrollar sus propios recursos y herramientas para lograr sus objetivos. La persona profundiza en su propio conocimiento, aumenta su rendimiento y  mejora su calidad de vida al trabajar aspectos como la gestión de las emociones, los conflictos, las creencias limitantes y los hábitos.

El objetivo del Coaching es la toma de acción, resultado de la búsqueda de la solución más eficaz dentro de las posibilidades que se ofrecen a cada una de las situaciones que se plantean en cada una de las sesiones que tienen lugar.

El Coach ayuda a la persona a poner en claro sus metas y objetivos en todos los  aspectos de su vida (personal, profesional, etc) y a tomar acciones concretas para poder alcanzarlos.

¿Qué no es el coaching?

El hecho de que últimamente la palabra Coaching aparezca con tanta frecuencia y sea utilizada con tanta ligereza, ha hecho que se haya generado una cierta desconfianza hacia esta metodología.

Personalmente creo que esto es debido a una falta de conocimiento sobre lo que realmente es el Coaching, pero sobre todo, sobre lo que NO es.

Por eso me parece importante dejar claro que:

Coaching NO es una Terapia ni es Psicología, ya que no estudia el comportamiento humano ni su conducta, sino que es una llamada a la acción y al cambio desde el interior de uno mismo.
Un Coach no es un psicólogo ni aconseja. No es alguien a quien acudir cuando no te sientes bien y tus emociones pueden contigo, sino cuando te sientes bien pero estás estancado y no sabes cómo conseguir tus metas por lo que necesitas alguien que te guíe y te motive, que se centre en el presente y en cómo utilizar tus propias herramientas de la manera más eficaz.

Coaching NO es Formación, ya que lo que pretende es hacer uso de todos los conocimientos y recursos que ya poseemos y extraer todo su potencial.

Coaching NO es Mentoring, ya que un mentor es un guía que puede ayudar al aprendiz a desarrollar soluciones a los problemas que se encuentre a lo largo de su proceso basándose en haber tenido experiencias similares. El coach no tiene por qué ser un experto en ese tema en concreto, simplemente acompaña en el proceso y ayuda a clarificar mediante preguntas.



¿Qué herramientas utiliza?

El Coach se sirve de diversas herramientas para acompañar a su Coachee en ese proceso de reinvención y de empoderamiento, pero hoy os voy a hablar de una que me parece súper poderosa y que he experimentado personalmente: la Programación Neurolingüística (PNL).

La PNL nació en los años 70 de la mano de John Grinder y Richar Bandler. Ellos lograron descifrar como funciona nuestro cerebro, cómo nuestra mente realiza determinados procesos y cómo nosotros mismos podemos reestructar nuestros pensamientos para provocar cambios radicales en nuestra vida.

Nuestros sentidos son sensores a través de los cuales percibimos todo lo que ocurre a nuestro alrededor, son receptores de lo que vemos, lo que oímos, lo que olemos, lo que saboreamos, lo que sentimos en nuestro cuerpoy ellos mandan esas señales a nuestro cerebro.

Nuestro cerebro codifica esas señales recibidas condicionado por nuestros patrones mentales (creencias, valores, opiniones, propios y heredados), por lo que este proceso es totalmente distinto en cada persona. Esto genera una serie de pensamientos que a su vez provocan unos sentimientos y emociones, raíz de los conflictos emocionales.

Esto explica que tantas veces, ante una misma situación, dos personas la puedan vivir de manera radicalmente diferente, ya que sus patrones mentales condicionan la percepción de un mismo hecho.

Pero la buena noticia es que nosotros podemos cambiar esta programación mental a través de la PNL, que nos ayuda a reestructurar nuestros pensamientos para cambiar la percepción de nosotros mismos. De esta manera, empezamos a cambiar también la manera en la que nuestro cerebro codifica la información que recibe, ya que aprendemos a desvincular esos pensamientos de las emociones negativas y vincularlos a emociones positivas.

No se trata de perder tu esencia sino de convertirte en una mejor versión de ti mismo, puesto que tú ya posees las herramientas y recursos para lograr tus objetivos, sólo tienes que querer hacerlo y salir de tu zona de confort.

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación,

nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”

 

Te dejo este enlace para que puedas ver la interesantísima entrevista al Coach internacional y Master en Programación NueroLingüistica: Carmelo Sánchez http://www.cuidodemi.com/blog/entrevista-carmelo-sanchez/

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