Hace no mucho escuché a un grupo de personas que se quejaban de lo caro que es la alimentación de un celíaco, que claro hay que comprar productos especiales y que la alimentación se ve muy limitada. Mi pregunta es ¿realmente es tan limitada la alimentación?, ¿realmente es tan cara?
No me quiero repetir, ya que sobre la enfermedad celíaca hablamos en este post, pero ¿qué es la celiaquía? La celiaquía es un proceso autoinmune y crónico que consiste en una malabsorción secundaria debido a la intolerancia al gluten.
¿Qué alimentos contienen gluten? Trigo, cebada, centeno, espelta, farro, kamut, triticale, tritordeum, sorgo.
Estamos hablando pues que efectivamente esta enfermedad pone una gran luz en rojo para estos cereales, pero nuestra alimentación no se basa exclusivamente en cereales, es más, la base de nuestra alimentación son las frutas y hortalizas y vegetales.
El siguiente paso en la escala de una alimentación equilibrada son los alimentos proteicos carnes, pescados, huevos, legumbres, etc. Y tampoco debemos olvidarnos de los frutos secos con grasas de gran calidad y necesarias para el organismo.
Es cierto, un celíaco tiene que “vetar” de su alimentación un grupo o, más bien, parte de un grupo de alimentos de los tres o cuatro grupos que acabo de mencionar. Estamos hablando de restringir un cuarto de la oferta alimentaria que encontramos en nuestra sociedad. Viendo esto, ¿realmente es tan dramático el cambio como lo pintan?
Si hablamos de una alimentación que tiene como base los hidratos de carbono (pan, pasta, etc.), productos envasados y precocinados, efectivamente, el cambio es un auténtico infierno y el bolsillo lo va a notar. Veamos un ejemplo:
Ambos menús son parecidos, ambos menús son elaboraciones que pueden realizarse un día cualquiera por una persona que busca la rapidez, platos compuestos por alimentos envasados, precocinados en muchos casos; al comparar el cambio de una alimentación con y sin gluten el coste diario aumenta, los productos envasados sin gluten son más caros y, por supuesto, hay que leer muy bien el etiquetado para encontrar aquellos productos sin gluten (lo que se traduce en mayor tiempo para comprar).
Si por el contrario, la alimentación se basa en alimentos frescos de mercado como frutas, verduras y hortalizas, carnes, pescados, huevos, legumbres, etc. sin procesar es posible que el cambio no sea tan drástico.
Al final, si la elaboración de las comidas parte de productos frescos, el cambio no es tan acusado, la compra de productos específicos no es tan grande e incluso es fácilmente sustituible por otros alimentos que no contienen gluten.
Visto esto y para despedirme vuelvo a lanzar la misma pregunta: ¿es tan caro y dramático el cambio de alimentación cuando el diagnóstico para celiaquía es positivo?
Con esta reflexión me despido hasta el próximo post :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas