Desde el inicio de la relación el psicópata te controla con el sexo, dándote sesiones de sexo intenso y apasionado y volviéndote adicta a estos encuentros. De pronto, se vuelve una persona fría y sin interés en ti.
Al principio de la relación te llama y te manda mensajes varias veces al día con frases lindas y cariñosas. Esto te hace pensar que realmente está enamorado de ti.
Desde el primer instante el psicópata ya es tu alma gemela, haciendo énfasis en lo que ambos tienen en común. Llega un punto en el que sientes que eres la persona más afortunada al haber conocido a tu “media naranja”.
Se aburre muy fácil de todo en su vida, y nada le genera miedo ni ansiedad. El psícopata además suele tomar medicamentos o ser adicto a las drogas o al alcohol.
Te compara con otras personas, principalmente con sus ex parejas. Al principio te dice que eres mejor a todas esas personas “locas” e “inestables” que estuvieron en su vida antes de ti. Al final de la relación te desprecia y te compara de manera cruel con ellas.
Usa mentiras y pretextos tontos para todo y se contradice.
A los psicópatas les encanta estar dentro de triángulos amorosos. En redes sociales publican cosas con doble sentido que te hacen dudar de sus sentimientos hacia ti. Le fascina también estar en contacto con ex parejas y ex amantes, chateando con ellas enviándose fotos y canciones y haciéndose comentarios subidos de tono. Se hace los inocentes y te culpa de ser paranoica, inestable, celosa enferma e hipersensible.
Debido al punto anterior, empiezas sentirte insegura y espías a tu pareja (no te culpes, ¡él provocó que actuara así!). Buscar en redes sociales, papeles, móvil y ordenador se convierten en tus actividades cotidianas y cuanto más cosas encuentras más sientes la necesidad de seguir buscando y confirmas que es una persona en la que no puedes confiar.
El psicópata te dice a la cara que tiene otras personas que lo desean, que lo quieren, que no lo han olvidado y al mismo tiempo te dice que no tienes nada de que preocuparte. También se jacta e estar en contacto con ex parejas para hacerte sentir insegura y que puedes perderlo. Finalmente te desestabiliza y te culpa de ser posesiva, celosa y que no confías en él. ¿Y sabes qué es lo peor de todo esto? Que empiezas a creerte que la celosa enferma y posesiva eres tú, que tú tienes la culpa que tengan problemas y que él no está haciendo NADA malo.
Tiene otras relaciones paralelas y cuando termine contigo ten por seguro que ya tendrá preparada a la persona con la que te reemplazará. Si compruebas su historial con otras parejas te darás cuenta a las parejas anteriores les hizo lo mismo.
Si el psicópata te dice que te ama o que se arrepiente de lo que te ha hecho, esto no es verdad. Sus palabras y su mirada por lo general no se ven sinceras y tampoco suelen soltar una sola lágrima.
Todas las personas que conocen al psicópata lo consideran una persona encantadora incapaz de matar a una mosca. Esto te confunde y te hace desconfiar de tus propias percepciones y de ti misma.
El psicópata te acusa de tener emociones y sentimientos que él mismo ha provocado en ti con sus acciones. Por ejemplo te culpa de ser celosa, posesiva y paranoica después de coquetear con sus ex parejas. Estas acusaciones harán que dudes de ti misma y que tu equilibrio mental y emocional se deteriore.
Jamás se pone en tu lugar y si intentas mostrarle el daño que te hace no lo reconoce. Suele responderte con “yo no he hecho nada malo”. Esta falta de empatía hacia lo que te ha hecho te chupa el alma y el corazón debilitándote aún más.
Sin darte cuenta te obsesionas con sus ex parejas y pillas que se contradice en sus versiones.
Terminas dando clases de moral al psicópata, explicánodole conceptos básicos como honestidad, confianza y respeto, valores que una persona normal debería de tener claros.
Tú siempre das y das sin recibir nada a cambio. El psicópata espera todo de ti pero tú no puedes esperar nada de él.
Cuando pillas al psicópata haciendo algo indebido, (por ejemplo flirterando con la ex pareja), el psicópata niega todo aunque le des argumentos válidos mientras usa la estrategia del calamar, soltando tinta para confundirte. Además si insistes se torna agresivo y grosero y deja la conversación violentamente.
El psicópata jamás acepta sus errores, y te acusa con frases como “tú también” o “tú más”. Jamás se disculpa ni pide perdón, y todo lo que hace está justificado.
Siempre se hace la víctima y te culpa de utilizarlo.
El psicópata es egoísta por naturaleza y te hace sentir que no existes en la relación, que sólo importa él y sus necesidades. Además espera que resuelvas sus problemas y que saques una bola de cristal para que sepas lo que está pensando y qué es lo que necesita. Al final terminas haciendo cosas por él sin que te lo pida para no tener problemas.
Sientes que por más que haces cosas por la relación nunca es suficiente agotándote emocionalmente. Nunca te agradece nada de lo que haces y te echa en cara todo lo que no haces, haciendote creer que has hecho todo mal.
Te callas, perdonas, miras para otro lado y evitas tener discusiones con el psicópata por miedo a su reacción y que la relación termine. Esto provoca la larga que pueda hacer contigo lo que quiera sabiendo que tú no te quejarás.
En la fase final empieza a denigrarte. Te mira con desprecio y te trata con actitud soberbia, además de quejarse de todo lo que haces y de cómo lo haces.
El psicópata siempre hablará mal de sus ex parejas diciendo que son inestables o que están locas. En pocas palabras, según el nunca ha tenido una pareja “normal”.
Terminas destruida con el alma y el corazón desangrados. Te sientes devastada, apática, sin energía y en ocasiones con ganas de quitarte la vida.
Abre los ojos, nadie merece estar con un psicópata. La única solución a esto es terminar la relación, no tener contacto con él e ir a terapia para sanar el corazón y el alma. No consideres la terapia en pareja o que tu psicópata vaya a terapia, ya que estos seres no mejoran. Irónicamente lo que aprenden en terapia lo usan para seguirte manipulando. No será fácil, pero aléjate del psicópata y busca ayuda profesional. Ten fe, volverás a estar bien y recuperarás tu esencia, tu autoestima y las ganas de vivir.
The post appeared first on Maltrato Psicológico.