La adecuada y buena alimentación no significa necesariamente lo mismo para todos. Lo que te hace sentir mejor a ti puede ser diferente para tu amiga/o, hermano/a o novia/o. La necesidad de energía (calorías) y nutrientes varía según el género, la edad y cuánto nos movemos. También la necesidad es distinta por ejemplo si estamos enfermos o sanos, o también el lugar o zona del mundo en que estamos viviendo. Además, los genes están implicados. Del mismo modo que tenemos un aspecto físico exterior así como interior.
El riesgo de contraer diversas enfermedades y la necesidad de energía y nutrientes son únicos para cada individuo, es por esto que se dice que la buena alimentación es personal. Exactamente la cantidad que necesitamos cada uno de nosotros de: proteínas, hidratos de carbono, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes varía de una persona a otra significativamente. Por lo tanto no se puede tener una respuesta rápida a dicha pregunta. Hay recomendaciones generales que se pueden usar como base para guiarse en el mundo de nutrición y de allí buscar información específica de lo que interesa en particular.
En mi opinión hay tres palabras que resumen bastante bien cómo pensar para tener una buena alimentación: Completa, Equilibrada y Variada.
Completa quiere decir por un lado alimentos enteros y nada (o poco) elaborados/refinados. Desafortunadamente es muy fácil caer y comer todos los productos apetitosos y elaborados que nos rodean con combinaciones de azúcar, harina blanca y grasas concentradas. Lo mejor es consumir mayoritariamente alimentos “enteros”: cereales integrales, pescado, carne, huevos y gran parte de fruta, verdura y hortalizas.
El equilibrio es importante en muchas áreas de la vida. Necesitamos un equilibrio entre descanso y actividad, y entre el sueño y el tiempo despierto.
Y cuando se trata de comida, necesitamos un equilibrio entre la cantidad de energía alimentaria y cuánto gastamos. Si la ingestión de energía es mayor que el consumo de energía, ganamos peso (y viceversa). También es necesario un aporte equilibrado de nutrientes que proporcionan energía, es decir, proteínas, grasas e hidratos de carbono.
Actividad – Descanso
Energía ingesta – Energía consumida
Proteína – Grasas – Hidratos de Carbono
La Variedad se trata de conseguir lo suficiente de todas las vitaminas esenciales, minerales, ácidos grasos y aminoácidos, tanto como proveer al cuerpo con la variedad de tipos de fibra y antioxidantes que se encuentran en nuestros alimentos.
También estamos expuestos a toxinas y los sistemas de desintoxicación del cuerpo son, por lo general capaces de tratar de pequeñas cantidades de lo que estamos expuestos. Pero hay límites obvios. Los sistemas de desintoxicación están influidos tanto por los genes como por lo que comemos y su función varía según esos factores. Por lo tanto, somos únicos aquí también. Una variedad de alimentos, sobre todo frutas, verduras y hortalizas de raíz, parecen reforzar el sistema de desintoxicación del hígado. Una ingesta variada de alimentos diferentes, ”enteros”, los hace que sea más fácil de comer nutritivo y facilita la desintoxicación del cuerpo. En el caso de las frutas y verduras, un buen consejo es comer una gran variación de colores, que varía entre verde, rojo, naranja, amarillo, violeta y azul.
Sólo tenemos un cuerpo, cuídalo bien!
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Un saludo,
Rebecka