Lo bueno si es breve.... Damos comienzo al post de bienestar.
La forma en la que percibimos el mundo afecta directamente a la forma en la que nos vemos y tratamos a nosotros mismos, y viceversa. Esto quiere decir que nuestra visión hará que seamos más o menos críticos tanto con otras personas como con nosotros mismos. Y esto afectará a nuestro bienestar emocional y, por tanto, físico.
Como toda crítica realizada o recibida por parte de quienes nos rodean, la auto-crítica puede ser tanto positiva como negativa. La autocrítica, que es aquella que nos realizamos a nosotros mismos, puede tomar los mismos valores que las críticas que nos hacen los demás. De este modo, supone un arma de doble filo para quienes la practican con frecuencia.
(La perfección es estancamiento)
La autocrítica constructiva o positiva es aquella que nos hace fijar la atención en nuestros propios fallos permitiéndonos sacar un provecho de ella y obtener una mejora en nuestro comportamiento u objetivo. Una persona que es capaz de aceptar y asumir sus errores, y además intentar enmendarlos, es una persona con una autoestima fuerte, siendo ésta la base del bienestar emocional.
Por otro lado, la autocrítica destructiva o negativa es aquella que se centra en una crítica exacerbada de nuestros errores, no siendo capaces de buscar el lado positivo a aquello que hacemos, generalizando un tropiezo o una debilidad concreta a una actitud y un pensamiento interior de que no valemos lo suficiente, lo que se traduce en una autoestima débil.
Esta actitud nos lleva a sentirnos peor con nosotros mismos, reduciendo nuestro amor propio y creando consecuencias muy negativas en nuestro día a día y nuestras relaciones con los demás.
El hecho de pensar que no somos buenos en ningún aspecto de la vida resulta dañino para la percepción que tenemos de nosotros mismos y, como decíamos al comienzo, para nuestra visión de todo aquello que nos rodea.
¿Cómo sacar partido a la autocrítica?
La clave está en llevar a cabo una autocrítica sana y moderada centrándonos únicamente en el error o debilidad concreta, asumiendo que los errores son algo natural y están presentes en todo el mundo, evitando la generalización y el pensamiento de que no valemos para nada, aprendiendo de los errores cometidos para lograr nuestro objetivo concreto.El sabernos evaluar y criticar para mejorar es una de las bases del bienestar emocional, aumentará nuestra autoestima y nos ayudará a tener una mejor relación con el entorno.