Una de las principales particularidades de este vegetal, es su color morado, debido a su alto contenido en antocianinas, un antioxidante que protege nuestro organismo frente al cáncer. Por ese motivo se recomienda cocinarla con la piel. Existen otras variedades: blancas, negras, amarillas y rojas.
Valor nutricional
La berenjena posee innumerables cualidad nutricionales, entre las que se destacan:
Aporta grandes cantidades de agua, razón por la cual posee propiedades diuréticas
Posee importantes cantidades de fibra a un nivel intermedio, siendo inclusive mayor en las semillas que en la piel
Aporta calcio, fósforo, magnesio y hierro a razón de un 15% de la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que fortalece las defensas, previene la anemia y mejora el funcionamiento del corazón
Incorpora al organismo pequeñas cantidades de vitamina C y folatos
Contiene altos niveles de ácido clorogénico, uno de los mas fuertes antioxidantes producidos en los tejidos de las plantas y que podría proteger las células del cuerpo contra el daño oxidativo.
Es rica en fibra, ideal para depurar el organismo y conveniente en el estreñimiento
Reduce el colesterol
Su aporte calórico lo convierte en un alimento ideal en dietas de adelgazamiento o control de peso (17 calorías cada 100 g)
Es una excelente ayuda para el hígado y la vesícula, por lo que facilita las digestiones
Su bajo nivel de carbohidratos y alto aporte de fibra la hace adecuada contra la diabetes
¿Cómo ayuda a nuestro organismo?
Dietas: El hecho de no poseer grasa y sus pocas calorías, la berenjena es ideal para incorporarla en dietas de adelgazamiento. Puede prepararse asada al horno o en el microondas, hervida, al vapor, rehogada con un poco de spray vegetal o apenas un poco de aceite de oliva, en forma de crema o en ensaladas.
Transito intestinal: Por su alto contenido de fibra, no solamente regula el tránsito intestinal, sino que regula el nivel de glucosa y colesterol en sangre. Para un mejor resultado conviene consumirla con piel y semillas y de ser posible sin que esté demasiado cocida.
Diabetes: Continuando con lo explicado en el párrafo anterior, sus escasos niveles de hidratos de carbono y el aporte de fibra, la hace muy beneficiosa para las personas con diabetes.
Reúma: Es recomendable en este caso el aceite de berenjenas. Para prepararlo, hay que quitarle la piel y freírla en abundante aceite durante dos horas a fuego muy suave, procurando que el aceite no se queme. Una vez frío, colar y guardar en un frasco de vidrio, tapado herméticamente. Con ese preparado se fricciona las zonas doloridas.
Insomnio: Al poseer potasio, ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso y por consiguiente a provoca un suave sueño si se la consume en las cenas o antes de ir a dormir.
Quemaduras de la piel: Se usa en este caso una cataplasma de berenjena. Debes aplastar su pulpa y agregar un poco de agua. Aplica este preparado sobre la parte afectada. Es ideal para aliviar la piel de las quemaduras de sol.
Hinchazones, granos, herpes, abscesos, etc.: Se prepara una infusión de trozos de berenjena durante 10 minutos y una vez fría, se procede a lavar las partes afectadas con esta tizana. También puedes aplicar en forma de cataplasma la berenjena tibia sobre los granitos (acné) para que maduren o desaparezcan sin dejar huellas.
Depurativo: El jugo de berenjena es ideal para producir un incremento de la orina, con el fin de depurar al organismo de sustancias que retrasan el normal funcionamiento de la sangre
Colesterol: Si bebes medio litro de agua de berenjenas durante una semana, hará disminuir el colesterol. Para ello, deja en remojo trozos de berenjenas con su piel, en un lugar oscuro durante 24 horas. Filtra y reserva este líquido en la heladera y bébelo durante el día.
Hemorroides: Para aliviar los efectos de las hemorroides, puedes preparar un ungüento hecho con la pulpa de una berenjena finamente machacada, y mezclada con aceite de almendras dulces. Cuando aparezca el dolor y la inflamación en la zona, coloca un poco de este preparado.
Afecciones hepáticas: La berenjena es muy buena para proteger el hígado y la vesícula biliar, como así mejorar las digestiones. Para eso, hierve una berenjena y unos 40 g de las hojas de la planta en abundante agua. Bebe tres tazas diarias de ese líquido resultante, durante una semana.