Para las personas con discapacidad física, la fisioterapia es muy importante porque está centrada en técnicas para promover, mantener y aumentar el estado corporal y así ayudar en la recuperación física. Además, la actividad ayuda a mejorar el estado de ánimo, facilitar la inserción social, laboral y familiar en partes iguales.
En España, la terapia física forma parte de la Ley de Atención a las Personas en Dependencia y Promoción de Autonomía Personal, buscando en estos profesionales el apoyo necesario para desarrollar técnicas y prácticas que ayuden a las personas con discapacidad física a trabajar con las dificultades de su entorno.
¿Qué beneficios puede ofrecer la terapia física en pacientes con discapacidad?
Además de las mejoras para el bienestar físico general, la terapia física puede ayudar a prevenir otras dolencias a aquellos pacientes que tienen una enfermedad o una discapacidad específica. Otro de los beneficios de la terapia física es que, para aquellas personas afectadas por un accidente o lesión grave, permite garantizar mayores niveles de independencia a partir de un trabajo focalizado en los movimientos y articulaciones disponibles de acuerdo a cada tipo de lesión.
Existen recomendaciones que realizan los médicos para personas con discapacidad física a las que, la terapia física puede ayudar. Por ejemplo, aquellas personas que sufren una parálisis cerebral, trastornos de tipo genético, enfermedades musculares, enfermedades de tipo degenerativo y lesiones medulares, entre otras.
A través de la terapia y la rehabilitación física los pacientes pueden aprender a dominar sus cuerpos a partir de las nuevas circunstancias que les toca vivir. El fisioterapeuta es un profesional que trabaja con programas personalizados para cada tipo de paciente, atendido a sus realidades, capacidades y estados de ánimo. De esta manera, se trata tanto de un trabajo de rehabilitación como un acompañamiento para las personas con discapacidad que empiezan a retomar el trabajo con su propio cuerpo.
Las técnicas y herramientas del fisioterapeuta incluyen el fortalecimiento de los músculos, el aumento de la resistencia y las mejoras en la flexibilidad para que el organismo pueda empezar a moverse de acuerdo a nuevos parámetros. El paciente que decide someterse a terapia física tiene grandes posibilidades de recuperar fuerza física y amplitud de movimiento, siempre dependiendo del tipo de dolencia o discapacidad de origen.
A través del trabajo con los profesionales de la salud de distintas ramas, las nuevas técnicas y tecnologías de la fisioterapia pueden ayudar a mejorar de manera notable la calidad de vida de los pacientes, y allí es donde radica el verdadero valor de estas técnicas. Cada paciente, a su ritmo y con objetivos específicos, puede aprovechar los beneficios del trabajo en lo referente al mundo de la fisioterapia y sus alcances médicos.