Cómo romper con tu pareja cuando viven juntos
Sigue leyendo para conocer los pasos a seguir que te ayudarán a que la ruptura sea lo más fácil (y amistosa) posible. Aprende cómo romper con tu pareja cuando viven juntos.Establece una fecha firme para la mudanza
Tomad la decisión de mudaros lo antes posible porque os ayudará a mantener el impulso para todas las demás decisiones. Si ambos estáis en el contrato de alquiler, los dos sois responsables del mismo, así que decidid cuál de los dos está en mejor posición para asumir la totalidad del pago del alquiler o de la hipoteca cuando uno de vosotros se mude. También puede ser que uno de vosotros decida ayudar al otro con los gastos de establecer una pequeña residencia en otro lugar y que ambos os dividáis la totalidad de los gastos de mantenimiento de vuestra residencia original.Involucra aquí a tu casero. No es la primera vez que se enteran de una ruptura de la convivencia, y pueden tener opciones que van desde una cuota de ruptura del contrato hasta estar dispuestos a permitir un subarriendo del inquilino. Dedica algo de tiempo a calcular los costes financieros (y emocionales) de cada opción. Por ejemplo, aunque una cuota de ruptura del contrato de alquiler puede ser cara, puede que ambos decidáis que merece la pena la ruptura limpia.
Respetad vuestras nuevas ideas sobre el espacio
Independientemente de cómo cuadréis quién se muda finalmente a dónde, habrá algún tramo de tiempo en el que estaréis viviendo juntos mientras estáis separados. Vaya. Establece toda la estructura posible para compartir el espacio. Abordad cosas como quién dormirá dónde y cómo se gestionarán las tareas. Puede ser fácil en esta etapa asumir la misma rutina, como que tu ex se encargue del lavavajillas nocturno y tú de cocinar, pero seguir con esos hábitos de relación no es saludable para ninguno de los dos.Habla de los días específicos de la semana en los que tú o tu ex podrían tener amigos en casa para que la otra persona pueda planear estar fuera. Se necesita tiempo para superar una ruptura dura, pero haz lo posible por respetar el espacio privado de cada uno en la casa para llorar y procesar. Si podéis acordar que no haya aventuras románticas ni citas mientras el otro esté allí, será mejor para la cordura de ambos.
Tened una conversación detallada sobre las finanzas
Si las finanzas se antojan complicadas, puedes considerar la mediación familiar (no es sólo para parejas casadas o con hijos). Tener una tercera parte objetiva que te ayude a navegar por las preguntas correctas que se deben hacer el uno al otro y que sea una voz de la razón durante un momento emocional puede ser útil. La mayoría de las parejas que conviven sólo necesitan un par de sesiones para cuadrar las finanzas y la logística.Las discusiones sobre el dinero implican todo, desde la posibilidad de dividir las cuentas bancarias hasta la posibilidad de comprar parte de un artículo importante de la casa que te gustaría conservar.
Divide las posesiones de forma equitativa
Empieza por lo básico y, en caso de duda, déjalo ser (será más fácil para tu propia salud mental renunciar a la alfombra del salón que pelear por ella por despecho). Dicho esto, si tenías algo antes de tu relación, debería pertenecerte. Además, los regalos pertenecen a quien los hizo, y las deudas a tu nombre son tu responsabilidad, independientemente de quién las haya comprado. Aunque puede resultar incómodo, ser lo más específico posible reduce las peleas en el futuro. Por ejemplo, si le dices que puede quedarse con las cosas de la cocina, puede entender que te refieres a tu batidora de lujo, cuando lo que querías era deshacerte de los platos. Haz una lista de los objetos que son importantes para ambos y anota quién se lleva qué.Considera la posibilidad de llevar tus objetos de valor más preciados (joyas, diarios, álbumes de fotos, etc.) a casa de un amigo para que los guarde durante este tiempo, aunque seas tú quien se quede en casa.