El entrenamiento de fuerza tiene muchos beneficios para la salud. Uno de ellos tiene que ver con la diabetes. Según un equipo de científicos, el entrenamiento de fuerza puede reducir la grasa hepática y mejorar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Campinas (UNICAMP) en el estado de São Paulo, Brasil, encontró que el entrenamiento con pesas puede reducir la grasa hepática y mejorar los niveles de azúcar en la sangre en personas con obesidad y en personas con diabetes. Los resultados de la investigación se han publicado en el Journal of Endocrinology en abril de 2019.
Función hepática y diabetes
El hígado desempeña un papel clave en el control del azúcar en la sangre y en el desarrollo de la diabetes. Este órgano produce, almacena y controla los niveles de azúcar en la sangre. Si el cuerpo produce demasiada grasa, puede acumularse en el hígado y provocar inflamación e insuficiencia hepática. Las personas con sobrepeso tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedad hepática y diabetes.“El hígado debe producir glucosa solo en condiciones de ayuno, pero si la señalización de la insulina en el tejido se ve afectada, el hígado libera glucosa en el torrente sanguíneo incluso después de la ingesta de carbohidratos , cuando los niveles de insulina son altos, y esto aumenta el nivel de azúcar en la sangre”, explican los investigadores.
Efecto del entrenamiento de fuerza en ratones
Los investigadores dividieron los ratones en tres grupos. El primer grupo siguió una dieta estándar y se mantuvo sedentario, mientras que el segundo grupo siguió una dieta alta en grasas durante 14 semanas, pero se mantuvo sedentario. El tercer grupo siguió la misma dieta que el segundo grupo durante la misma cantidad de tiempo, pero se sometió a un entrenamiento de fuerza durante 2 semanas. Este entrenamiento consistió en subir escaleras 20 veces al día a intervalos de 90 segundos con un peso en la cola.Al final del estudio, los resultados mostraron que a pesar de que los ratones que hacían ejercicio seguían siendo obesos, sus niveles de azúcar en la sangre mejoraban significativamente, mientras que los ratones en el grupo de obesos sedentarios todavía tenían diabetes.
El protocolo de ejercicios solo duró 15 días, porque los investigadores querían demostrar que los beneficios tenían una asociación directa con el entrenamiento de fuerza y no con otros factores.
Beneficios del ejercicio sobre el hígado
Los científicos analizaron los efectos del entrenamiento de fuerza en el tejido hepático y descubrieron que el ejercicio reducía la grasa hepática en un 25-30% y disminuía la cantidad de proteínas que causaban la inflamación. Aunque los beneficios fueron significativos, los ratones en el grupo de ejercicio todavía tenían aproximadamente un 150% más de grasa hepática que los ratones que seguían una dieta balanceada.Para evaluar estos mecanismos, los investigadores analizaron los beneficios del ejercicio en el control de la producción de glucosa en el hígado.. Le administraron piruvato, el principal sustrato que el hígado utiliza para producir glucosa, a los ratones para evaluar su tolerancia.
Los resultados mostraron que los ratones que hacían ejercicio producían menos glucosa que el grupo de obesos sedentarios, a pesar de que recibían la misma cantidad de piruvato. Estos hallazgos sugieren que el entrenamiento de fuerza causó alteraciones metabólicas que hicieron que el hígado fuera más sensible a la insulina.
El equipo también investigó cómo el ejercicio reducía la grasa hepática. Los hallazgos mostraron una tendencia hacia una mayor acumulación de grasa hepática en los ratones sedentarios.