Vitaminas y minerales para todos
Los arándanos rojos contienen grandes cantidades de antioxidantes y flavonoides, lo que los convierte en el mejor remedio para muchas dolencias.
Además, son un gran fuente de vitaminas C, A, B1, B2, niacina, pero también magnesio, hierro, potasio, iodo, calcio y fósforo.
Pero eso no es todo: los arándanos rojos contienen mucha fibra que influye de manera muy positiva en los procesos digestivos.
¿Cuándo debemos tomarla?
Los arándanos rojos forman parte de muchos preparados y suplementos diseñados para curar infecciones urinarias y problemas con la vejiga – tienen un gran poder antibacteriano y antiinflamatorio. La presencia de tantos antioxidantes frena el desarrollo de la bacteria E. Coli, que puede ser la causa de numerosas infecciones urinarias. También son muy beneficiosas en la lucha contra la Helicobacter pylorii, una bacteria que provoca problemas con el estómago.
Los antioxidantes previenen el envejecimiento prematuro de las células. Los cosméticos hechos a base de arándanos ayudan a combatir las arrugas e hidratan la piel.
Arándanos rojos – ¿cómo utilizarlos?
Tanto arándanos frescos, como los deshidratados, pueden aprovecharse de múltiples maneras. Se utilizan para preparar zumos, mermeladas, licores, siropes y confituras. Los árandanos se pueden añadir a infusiones o carnes, sobre todo las carnes de caza. Se pueden tomar directamente, como un saludable tentempié, o agregados a bizcochos y postres.
¿Sabías que…?
Ya en la Edad Media, Hildegarda de Bingen recomendaba el consumo de arándanos rojos para suavizar los dolores menstruales.
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